El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que el coronavirus es la mayor amenaza en materia de seguridad a la que se enfrenta actualmente el mundo, por lo que reiteró su llamamiento a un alto el fuego en todos los conflictos en curso.
El jefe de Naciones Unidas, que lanzó esa idea el pasado marzo, destacó que su llamamiento ha sido seguido por varios Estados y grupos armados y recordó que se han visto “esperanzadores pasos hacia la paz” en lugares como Afganistán o Sudán y altos el fuego en Siria, Libia o Ucrania que pueden dar espacio a la diplomacia.
Guterres subrayó que la pandemia continúa “descontrolada” y advirtió que la comunidad internacional necesita unirse para derrotar a la enfermedad.
“Muchos ponen sus esperanzas en una vacuna, pero seamos claros: en una pandemia no hay una panacea”, señaló el diplomático portugués, que pese a ello insistió en que debe garantizarse que cuando haya una vacuna, esta sea “asequible” y se encuentre al alcance de todos.
Al mismo tiempo, alertó de la proliferación de desinformación sobre una futura vacuna, que está alimentando la desconfianza de muchos ciudadanos e impulsando teorías de la conspiración.
“Hemos visto alarmantes informes de grandes segmentos de la población en algunos países que indican su reticencia o incluso rechazo a ponerse una vacuna de COVID-19”, dijo Guterres, que urgió a hacer más para acabar con la desinformación.
El secretario general de la ONU urgió además a trabajar para que la recuperación tras la pandemia sea más verde y más justa y para dar respuesta a muchas de las fragilidades que el virus ha expuesto.