Siete policías de la ciudad de Rochester, en el estado de Nueva York, que participaron en el arresto en marzo de un hombre afroamericano, al que inmovilizaron en el suelo y después murió, fueron suspendidos, anunció la alcaldesa de la ciudad, Lovely Warren.
Las suspensiones se produjeron un día después de que los abogados de la familia de Prude publicaran un video de la cámara corporal de la policía que muestra a los agentes cubriendo la cabeza del hombre con una capucha y sosteniéndolo en el suelo en una posición boca abajo antes de que dejara de respirar.
El hecho se produjo el pasado 23 de marzo, pero fue hecho público esta semana por su familia, que ha presentado varios videos del suceso en lo que parece ser un nuevo acto de violencia policial.
Prude murió una semana después de ser detenido, el 30 de marzo, cuando se le retiró el sorporte vital que se le había aplicado después de llegar maltrecho al hospital.
Warren dijo que algunos de los oficiales que fueron suspendidos aparecen en las imágenes de la cámara corporal y otros “tenían el deber de detener lo que estaba sucediendo”.
Según la cadena CNN, la alcaldesa declaró a los periodistas el jueves que había sido engañada por el jefe de policía de la ciudad, quien dijo que la llevó a creer que el hombre murió bajo custodia policial por una sobredosis.
Prude no recibió un buen trato durante el incidente del 23 de marzo, manifestó la alcaldesa, quien añadió que lo habrían tratado de manera diferente si hubiera sido blanco.
Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, exigió respuestas por la muerte de Prude.
“Anoche vi el vídeo de la muerte de Daniel Prude en Rochester. Lo que vi fue muy alarmante y demando respuestas”, expresó Cuomo en un comunicado.
El caso está siendo investigado desde hace meses por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, encargada de realizar pesquisas en supuestos casos de violencia policial.
Cuomo reclamó que la investigación se complete cuanto antes y pidió al Departamento de Policía de Rochester plena cooperación.
El caso de Prude se une a otros acaecidos en los últimos meses que han generado protestas masivas en buena parte de Estados Unidos contra la violencia policial y el racismo.