México recibió 22.821,5 millones de dólares en remesas entre enero y julio de 2020, lo que representó un aumento de 10,01 % respecto al mismo periodo de 2019, pese a las afectaciones por la pandemia de la COVID-19, informó este martes el banco central mexicano.
El total de remesas entre enero y julio pasado fue superior a los 20.744,68 millones de dólares de un año atrás, precisó el Banco de México (Banxico) en su reporte mensual.
La remesa promedio en el lapso de enero a julio fue de 337 dólares, 4,33 % mayor que en el mismo lapso de 2019 -cuando fue de 323 dólares-, y el número de operaciones pasó de 64,14 a 67,64 millones.
La mayoría de ellas fueron por transferencia electrónica.
Las remesas de julio siguieron su volumen habitual y ascendieron a 3.532 millones de dólares.
Ello contrasta con marzo, cuando según el Banco de México el país recibió más de 4.000 millones de dólares, una cifra casi 49 % superior a los 2.694 millones de dólares en febrero.
El dato de marzo sorprendió porque la pandemia del coronavirus ya había impactado la economía estadounidense, donde viven la mayoría de migrantes mexicanos y en donde se han perdido millones de empleos.
México, que roza los 600.000 contagiados de COVID-19 y las 65.000 muertes por esta enfermedad, ocupa el octavo lugar mundial en casos confirmados y el tercero en fallecimientos, solo superado por Estados Unidos y Brasil.
Las remesas enviadas a México en 2019 alcanzaron los 36.048 millones de dólares y lograron un máximo histórico, con un incremento de 7,04 % respecto a la cifra registrada en 2018.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pronosticó este martes en su segundo informe de Gobierno que la cifra ingresada en remesas este año supondrá un nuevo récord y alcanzará los 40.000 millones de dólares.
“Gracias, gracias, y muchas gracias, a nuestros paisanos migrantes”, apuntó el presidente, porque cuando más se les ha “necesitado”, más han ayudado a sus familiares en México desde Estados Unidos.
Las remesas, que proceden principalmente de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, representan la segunda fuente de divisas de México, después de las exportaciones automotrices, y constituyen un importante ingreso para millones de personas.
En 1995, el primer año del que ofrece resultados el Banco de México, las remesas fueron de 3.672 millones de dólares (ajustado al cambio actual).