Francisco Domínguez Servién, gobernador de Querétaro, dejó en claro que no tiene nada que temer ni que ocultar, tras el videoescándalo en donde apareció su exsecretario privado, Guillermo Gutiérrez Badillo, recibiendo un supuesto soborno.
En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, llevada a cabo en Querétaro, Domínguez Servién aseguró que Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) pretende involucrarlo con “una bajeza inaudita en actos de corrupción. Ha aportado dichos que valen lo que su prestigio: nada”.
“En mi vida siempre he dado la cara y hoy no será la excepción. Los gobernantes tenemos la obligación de enfrentar los hechos, más cuando se trata de calumnias, infamias, de ataques centrados en cuestiones políticas”, dijo.
“De manera perversa se filtró un video en donde apareció una persona en la que deposité mi confianza y me acompañó por años. Lo removía de su cargo y di parte a las instancias correspondientes para que apele a su derecho que le convenga”, aseguró.
El mandatario queretano aseguró que no había necesidad de darle dinero para otorgar un voto que “ya se tenía por convicción personal”.
Señaló que sobre dicha reforma presentó 807 reservas y modificaciones, de las cuales destacó haberle quitado cinco asientos en el Consejo de Administración de Pemex al sindicato petrolero, lo que aseveró le costó incluso amenazas a su integridad física.
“Hay una cuestión política, no una cuestión legal. Atacan a un gobernador de oposición bien calificado. Querétaro no tiene una sola observación de la Auditoría Superior de la Federación ni de la Función Pública. Además en medio de 10 meses habrá elección”, expresó.