Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, reconoció que ha habido fricciones entre el Gobierno federal y los estados por la estrategia ante el COVID-19, sin embargo, descartó que esto haya desembocado en un rompimiento total de la relación.
Durante la reunión del Gabinete federal con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que se lleva a cabo cada jueves, Sánchez Cordero aseguró que las fricciones registradas son «naturales» e hizo un llamado a todos los mandatarios para trabajar en conjunto.
«La nueva normalidad requiere de la toma de decisiones complejas, porque compleja es la realidad que le es inherente. Es por tanto un momento que requiere de mucha colaboración entre la Federación y los gobiernos locales, lo que puede generar, como fue en un momento dado ciertas fricciones, pero que son naturales, pero jamás un rompimiento en la unión de esfuerzos que hemos estado consolidado. Hoy más que nunca mantenernos unidos, es esencial para la salvaguarda de la vida y la seguridad de toda la población».
Sánchez Cordero habló sobre la instauración de unas mesas técnicas de trabajo; sobre el semáforo epidemiológico que podría no ser obligatorio, sino un referente para los estados; sobre la participación de las entidades en la metodología en el semáforo, y la manera en que se establecerá una comunicación directa y no generalizada con cada gobernador.