El COVID-19 impactará en los ingresos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mediante las cuotas obrero-patronales, las cuales podrían caer hasta ocho mil millones de pesos al cierre de este año, según el informe ejecutivo de la institución 2019-2020.
Como resultado de la pandemia, en el primer semestre del año se perdieron 921 mil 583 empleos formales en el país. Esto, pese a que en abril pasado el IMSS anunció el diferimiento de pagos de las cuotas a 48 meses para beneficiar a los patrones.
El 15 de julio, el titular del IMSS, Zoé Robledo, destacó que uno de los retos del Instituto es incorporar a la seguridad social a 15 millones de trabajadores independientes o sin una relación patronal para ampliar la cobertura actual; sin embargo, la crisis económica complica la proyección.
En el informe se señala que las finanzas del IMSS se han visto presionadas por el alza de servicios para atender a pacientes con coronavirus, lo que significa incurrir en erogaciones contingentes que han sido atendidas con el presupuesto actual. Para hacer frente a esto, “al cierre del año se estima necesario hacer uso de nueve mil 897 millones de pesos de las Reservas de Operación para Contingencias y Confinamiento”, o pedir a la Secretaría de Hacienda ajustar la meta a la baja.