Años de inactividad y negligencia, sería lo que ocasionó la explosión en el puerto de Beirut, en Líbano, que arrasó con la vida de más de 100 personas y dejó heridas a más de 4 mil, así lo señaló una fuente oficial cercana a la investigación.
El primer ministro y la presidencia dijeron el mismo martes que 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio, utilizado en fertilizantes y bombas, habían sido almacenadas durante seis años en el puerto sin medidas de seguridad.
«Es una negligencia», dijo a Reuters la fuente oficial, añadiendo que el tema de la seguridad en el almacenamiento había sido expuesto ante varios comités y jueces sin que se «hiciera nada» para retirar o deshacerse del material altamente combustible.
La fuente añadió que el fuego se inició en el almacén 9 del puerto para después extenderse al almacén 12, donde se almacenaba el nitrato de amonio.
La explosión del martes fue la más potente jamás registrada en Beirut, una ciudad aún marcada por la guerra civil de hace tres décadas, en un país que sufre una profunda crisis financiera con el lastre de décadas de corrupción y mala gestión económica.
Badri Daher, director general de la Aduana Libanesa, declaró el miércoles a la emisora LBCI que la aduana había enviado seis documentos al poder judicial advirtiendo que el material almacenado representaba un peligro.
«Solicitamos que fuera trasladado, algo que no ocurrió. Dejemos que los expertos y los interesados determinen por qué», dijo Daher.
Otra fuente, cercana a un empleado del puerto, afirmó que un equipo que inspeccionó el nitrato de amonio hace seis meses advirtió que, si no se movía, «volaría todo Beirut».
Según dos documentos a los que Reuters tuvo acceso, la Aduana Libanesa había pedido al poder judicial en 2016 y 2017 que pidiera a la «agencia marítima interesada» que trasladara o aprobara la venta del nitrato de amonio, extraído del buque de carga Rhosus y depositado en el almacén 12, para garantizar la seguridad del puerto.
Uno de los documentos citaba solicitudes similares en 2014 y 2015.