El estado australiano de Victoria decretó situación de desastre tras una ola de casos de Covid-19 que golpeó a Melbourne; impuso el toque de queda y otorgó facultades a la policía para hacer cumplir las restricciones, cuando el número de contagios a nivel global supera 18 millones y las muertes suman más de 687 mil.
Pese a que el confinamiento empezó a principios de julio, Melbourne, segunda ciudad más grande de Australia con 5 millones de habitantes, y otras áreas cercanas registran cientos de nuevos casos diariamente, lo que llevó a las autoridades a decretar un toque de queda nocturno de seis semanas y a prohibir la celebración de bodas, lo que ni siquiera había ocurrido en el fragor de la crisis.
La mayoría de colegios y universidades volverán a la enseñanza a distancia a partir del miércoles, pocas semanas después de haber regresado a las aulas, mientras las guarderías y los centros de día cerrarán a partir del jueves. Los ciudadanos podrán salir de casa sólo para hacer compras de primera necesidad y para hacer ejercicio un máximo de una hora al día.
El estado de Victoria anunció un toque de queda nocturno y nuevas restricciones para las actividades laborales, para combatir la segunda oleada de contagios del coronavirus. Además declaró el estado de desastre durante seis semanas. /oh pic.twitter.com/TEcJQGCrov
Hasta ayer, en el mundo la pandemia dejó 687 mil 941 muertos, 18 millones 11 mil 763 contagiados, según un conteo de la agencia de noticias internacionales