Dos de cada tres hogares en México resintieron una baja en sus ingresos desde el primer mes de confinamiento para enfrentar la pandemia de Covid-19. Los ingresos en 16.7 millones de viviendas en México fueron afectados durante abril, debido a que en tres de cada 10 al menos un integrante de la familia perdió su empleo y a reducciones salariales, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sumado al efecto directo en las familias, entre abril y mayo, la pandemia también amplió sus estragos a las empresas en el país. El Inegi reportó que 92.2 por ciento de las empresas no recibió ningún tipo de ayuda para enfrentar la crisis provocada por las medidas para enfrentar el Covid-19. Sólo 7.8 de cada 100 obtuvo algún apoyo, ya sea del gobierno o de cámaras empresariales. En concreto: hubo una merma muy sustancial en la actividad económica, informó en videoconferencia Julio Santaella, presidente del Inegi.
Édgar Vielma, director de estadísticas sociodemográficas del organismo, detalló que la pérdida de ingresos en esos 16.7 millones de hogares –equivalentes a 65 por ciento de los que hay en el país– se tradujo en que 6.2 millones de familias vendieran sus bienes, pidieran prestado o consumieran sus ahorros para resistir con menos dinero.
Al sumar a las personas que perdieron su empleo y no intentaron conseguir uno nuevo, a los desempleados que buscaron ocuparse y a quienes no habían ingresado al mercado laboral, había un déficit en abril de 15.7 millones de trabajos para personas mayores de 18 años, reportó la Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML).
Además del desempleo, esta crisis detonó la ausencia laboral –debido a la preponderante informalidad–, pues entre los 6 millones 100 mil trabajadores sujetos a un empleador, seis de cada 10 fueron descansados por la pandemia.Sólo cuatro recibieron sus remuneraciones completas, a cuatro les dieron sólo una parte de su pago y a dos se contempla que volverá a trabajar para el mismo patrón, pero no se le dio ningún soporte económico, agregó el Inegi.
Además de la precariedad en el grupo que conservó un lazo laboral, hay 5 millones de personas más que no tienen empleo, pero creen que regresarán a trabajar una vez que termine la contingencia sanitaria; 22 por ciento de ellas se sostiene de apoyo familiar y 92 por ciento no tiene acceso a servicios de salud.
En el caso de las empresas, del 93.2 por ciento que reportó resentir la crisis del Covid-19, nueve de cada 10 dijo que tiene menos ingresos. Estas pérdidas llegan hasta 56.3 por ciento en la mayoría de los casos, exhibió la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por Covid-19 (ECOVID-IE). Además de hay una menor demanda y la escasez de insumos.Arturo Blancas, director general de estadísticas económicas del Inegi, explicó que 15.4 por ciento de las empresas redujo personal entre abril y mayo; mientras 19.1 por ciento disminuyó salarios y prestaciones a sus trabajadores.
Pese a que seis de cada 10 empresas han estado en paro técnico, la mitad por más de 21 días, los apoyos no llegan. Sólo 7.8 por ciento de las empresas tuvo acceso alguno, y de ellos 88.8 por ciento provino del gobierno federal o estatal y 8.2 por ciento de cámaras y organizaciones empresariales.
En cuanto a expectativas, la mayoría de las empresas –46.9 por ciento– prevé que en un escenario neutral para los próximos seis meses sus ingresos caerán respecto del mismo periodo de 2019, 20.5 por ciento prevé que aumentarán y 32.6 por ciento que permanecerán igual.
El Inegi también realizó la Encuesta Nacional de Agencias Funerarias ante Covid-19 (ENAF). Si bien el número de servicios que dieron por mes estos negocios avanzó de 351 en febrero, a 395 en abril y 516 promedio en mayo, los ingresos no siguieron la misma trayectoria. En la mitad, 49.6 por ciento, los ingresos permanecieron igual, en 33.3 por ciento bajaron y en 17.1 por ciento aumentaron.