*Con el tiempo Aquella Política fue un Rotundo Fracaso
*De ahí Surgieron los Organismos de Vivienda
*Hoy con el Pretexto del Covid-19 Todo es Posible
*Efectivamente es la Amenaza de Confiscar
Por Nidia Marín
Durante el mandato de Manuel Ávila Camacho, fue establecido. En 1943 se puso en marcha. Hoy, 76 años después, pretenden establecer en la Ciudad de México, algo similar a la congelación de rentas (debido al paso destructivo del Covid-19 y de las políticas económicas de Morena).
Más, el resultado de las rentas congeladas, señalan los estudios de derecho comparado fue negativo durante más de 40 años y como suele suceder en nuestro México todos perdieron: inquilinos, arrendadores y la sociedad.
¿Qué salió mal en aquel tiempo? Casi todo:
Deterioro de una serie de edificios de incalculable valor artístico e histórico en el corazón de la ciudad; desperdicio del suelo urbano respecto a su valor y el de la infraestructura existente; anulación de la posibilidad de un equipamiento urbano en beneficio de toda el área capitalina e imposibilidad de recaudar mayores impuestos en las zonas de rentas congeladas que significa la pérdida de muchos millones de pesos cada año.
Ante tal situación en aquel tiempo se tomó la decisión, y se inició la creación de los organismos de vivienda. Fue el presidente Adolfo López Mateos (sexenio 1958-1964) quien durante su mandato impulsó la creación del Instituto Nacional de la Vivienda y de ahí pa’l real las demás administraciones realizaron sus aportaciones en la materia hasta la fecha.
¿Qué buscan ahora, los legisladores de Morena con la iniciativa presentada?
En primera instancia afectar la vivienda en renta, como un primer paso hacia la congelación de rentas, aunque no lo digan. De ahí que se busque adicionar los artículos 2398 y 2406 y modificar los artículos 2406 Bis, 2425 Bis y 2431 Bis, al Código Civil Para el Distrito Federal para garantizar la vivienda a todas las personas con arrendamiento asequible.
Entre las organizaciones que apalancan dicha propuesta no está la Asamblea de Barrios, pero a lo mejor trae disfraz, porque hay quienes aseguran que más que la renegociación de rentas, en realidad se trata de que sea el punto de partida para una congelación de rentas.
También es verdad que, en esa materia, en rentas, existe un añejo y enorme problema social de la metrópoli y si es necesario actualizar la legislación del arrendamiento, porque dicen los expertos se abriría una nueva época a la vivienda en México. No ha sido raro, constantemente hay crisis en la materia. Una de las mismas ocurrió allá por 1990 y hoy, nuevamente.
Es importante resolver la nueva crisis, pero al final de cuentas no se trata de lanzarse en reversa 76 años, para volver a retroceder, aunque efectivamente el Valle de México, (aseguran los expertos) está convertido en la máxima concentración humana de la república y sufre graves problemas originados en la falta de viviendas: “aparición de ciudades perdidas y cinturones de miseria, alto costo del arrendamiento, habitaciones inadecuadas e insalubres que generan promiscuidad surgimiento de pandillerismo y drogadicción, entre otras consecuencias negativas que desestabilizan a las familias”.
Por cierto, dice el Boletín Mexicano de Derecho Comparado, que el arrendamiento llega a México a través del derecho español que trajeron los conquistadores y cuyos ordenamientos prevalecieron hasta mediados del siglo pasado; no es sino hasta la aparición de nuestro primer Código Civil (en 1871) cuando esa figura jurídica adquiere carta de naturalización.
Todo indica que un siglo y medio después, aun no hemos entendido como debe ser el asunto.
El ex procurador Ignacio Morales Lechuga lo expresó claramente en El Universal “amenaza confiscatoria” le denominó, así como también “agresión antijurídica” y reforma innecesaria. Otros han recalcado que es inconstitucional.