El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó que volvió a dar positivo en un nuevo test de coronavirus, enfermedad que le fue diagnosticada hace una semana, por lo que permanecerá en cuarentena en su residencia oficial.
El líder de la ultraderecha brasileña, quien llegó a calificar el coronavirus de “gripecita”, afirmó que se encuentra “muy bien” y atribuyó su mejora al uso de la hidroxicloroquina, un fármaco antipalúdico cuya eficacia en el combate al COVID-19 todavía no ha sido comprobada científicamente y que según algunos estudios puede provocar arritmias cardíacas.
“Sabemos que no hay comprobación científica, pero funcionó conmigo. No hay medicamento en el mundo que tenga comprobación científica constatada, es una situación de observación, funcionó conmigo y con mucha gente”, recalcó.
“No estoy haciendo campaña de medicamentos, el costo es baratísimo y tal vez por eso hay muchas personas que están en contra. Otras parece que lo están por cuestiones ideológicas”, agregó el mandatario, quien será sometido a nuevos test en los próximos días.
Bolsonaro, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, informó a la cadena CNN Brasil que ha sido sometido a exámenes de sangre y de corazón, y precisó que los resultados de ambos han sido positivos.
También aseguró que no ha perdido el gusto y que no siente falta de aire, pues su oxigenación se encuentra en el 98 por ciento.
Bolsonaro fue diagnosticado con COVID-19 el pasado 7 de julio y anunció el resultado de exámenes ante las cámaras de televisión a las puertas del palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia y donde permanece recluido desde entonces.
El capitán de la reserva del Ejército ha sido visto dando pequeños paseos en el interior de la edificación y alimentando a unas aves similares a las avestruces que campan a sus anchas por los jardines del palacio de la Alvorada.
El jefe de Estado llegó a afirmar que está harto de la cuarentena y que no “aguanta la rutina” de quedarse en casa: “Es horrible”, confesó hace unos días a la CNN Brasil.
Durante los últimos meses, Bolsonaro ha desafiado casi a diario al virus circulando por las calles en plena cuarentena, al asistir a actos públicos sin la máscara preceptiva, abrazando y besando a partidarios sin cuidado alguno y con un desdeño constante frente a la enfermedad.
El fin de semana antes de ser diagnosticado, Bolsonaro visitó el estado de Santa Catarina y al regresar a Brasilia se reunió con el embajador de Estados Unidos, Todd Chapman, para celebrar el Día de la Independencia de ese país junto al canciller brasileño, Ernesto Araújo, y otras personas.
Más de una decena de ministros, así como la primera dama y sus dos hijas, fueron sometidos a tests de coronavirus y todos ellos dieron negativo.