El gobierno de México descartó un rescate financiero a las líneas aéreas del país, que se han visto seriamente afectadas por una abrupta caída en la demanda global y las restricciones sanitarias a causa del coronavirus.
En medio del duro golpe, la aerolínea Aeroméxico anunció a fines de junio el inicio de un proceso de reestructura bajo el Capítulo 11 de Estados Unidos, mientras que su rival Interjet dijo que había recibido una capitalización.
Durante un evento en la Ciudad de México, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, dijo a periodistas que el gobierno estaba en contacto con la industria estudiando opciones para ayudarlas a sortear la situación, pero descartó ofrecerles un plan de salvamento financiero.
«No habrá rescate, pero sí apoyo», afirmó el funcionario reiterando la postura que la administración del presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha tenido desde que el cese de actividades por la epidemia comenzó a hacer sus estragos en la economía.
«Se dijo desde un principio, el país no está en condiciones de hacerlo, ni en la decisión de hacerlo, porque los rescates los seguimos pagando los mexicanos peso por peso», agregó.
Jiménez dijo que actualmente se estaba negociando el otorgamiento de créditos y garantías a las compañías través de la banca de desarrollo, mientras que cada empresa hacía lo propio con la autoridad fiscal.
Según estudios del sector, México es uno de los pocos países del mundo que no ha implementado un plan de apoyo gubernamental a su industria aérea para ayudarle a hacer frente al impacto del virus.
Las acciones de Aeroméxico, que está luchando por recuperar parte de su capacidad de vuelo, se hundieron el jueves un 8.1% a 4.41 pesos, en su cuarta jornada consecutiva de pérdidas. .