Las graves afectaciones en empleo, ingresos y seguridad alimentaria de los hogares mexicanos, derivadas por las medidas tomadas en medio de la pandemia de Covid-19, podría llevar a la pobreza a 76.2 por ciento de la población, es decir, unos 95 millones de personas, estimó el Instituto deInvestigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) de la Universidad Iberoamericana (Ibero).
Al dar a conocer los resultados de la Encuesta de seguimiento de los efectos del Covid-19 (Encovid-19) en el bienestar de los hogares mexicanos, Graciela Teruel, directora del Equide, señaló que al mes de mayo 8.4 millones de personas (14.6 por ciento de la población económicamente activa) se encontraban desempleadas, “descansadas” sin goce de sueldo, o sin poder salir a buscar trabajo por la contingencia. Dos de cada tres empleos perdidos corresponden al sector informal de la economía, siendo los más afectados las mujeres y los trabajadores con menores remuneraciones.
Otros datos relevantes de la Encovid-19 Mayo 2020, es que el 65.1 por ciento de los hogares declararon ver reducidos sus ingresos desde el inicio de la cuarentena; uno de cada tres hogares reporta una reducción de 50 por ciento o más de sus ingresos, y 24.0 por ciento de los hogares encuestados se encontraban en situación de inseguridad alimentaria moderada o severa, es decir, contaban con una menor cantidad y calidad de alimentos por falta de recursos económicos.
Además, 75.3 por ciento de los hogares reportaron no recibir programas sociales o ayudas de gobierno; solo 10.8 por ciento declaran recibir las Pensiones para el Bienestar y 7.1 por ciento las Becas Benito Juárez. En promedio, las ayudas representan el 33.6 por ciento del ingreso de los hogares que las reciben.
Graciela Teruel, especialista en temas de medición de pobreza y miembro también del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel III, señaló que a esta crisis económica se suma también el de la salud mental, pues el 31.4 por ciento de los individuos de 18 años o más presentaron síntomas severos de ansiedad, más del doble que al inicio de la cuarentena, situación fuertemente asociada a la falta de empleo y reducción en el ingreso.
La medición también proporciona datos sobre la percepción riesgo del Covid-19. Para el mes mayo, la población poco preocupada por estos efectos subió de 10.5 a 18.3 por ciento, y el segmento preocupado bajó de 49.8 a 44.5 por ciento, lo cual demuestra que existe un relajamiento en el comportamiento ante el virus y su enfermedad.
Respecto a las estrategias seguidas por los hogares para poder afrontar la crisis, en el último mes, la encuesta muestra que el 24.1 por ciento ha optado por pedir prestado a conocidos; 17.7 por ciento dejado de pagar deudas o tarjetas; 16.9 por no pagar servicios, como renta, luz o agua; 11.3 empeñado o vendido objetos de valor, y 4.3 usado tarjetas de crédito o pedido dinero a prestamistas o bancos.
En la serie de recomendaciones, el documento destaca la urgencia de adoptar medidas de apoyo a los hogares que están sufriendo más con las medidas de contingencia, incluyendo apoyo a la salud mental de los mexicanos. No hacerlo, advierte, puede resultar en niveles de pobreza superiores a los observados en la crisis económica de 1994-1995.
La presentación de la encuesta estuvo mediada por Rogelio Gómez Hermosillo, de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, y comentada por Enrique Cárdenas Sánchez, director de Signos Vitales, y Gonzalo Hernández Licona, director de la Red de Pobreza Multidimensional.
Este trabajo de seguimiento estadístico se levantó del 6 al 11 y del 20 al 25 de mayo, e incluyó a mil 600 personas de 18 años o más que fueron contactadas a través de su teléfono móvil. La decisión de utilizar los números de teléfonos móviles obedece a que, de acuerdo con información del Instituto Federal de Telecomunicaciones al tercer trimestre de 2019 reportó que en aproximadamente 96 de cada 100 habitantes se cuenta con telefonía celular.
La selección de los números telefónicos fue aleatoria a partir del plan de marcación nacional más reciente disponible al iniciar el levantamiento. La muestra es representativa a nivel nacional y tiene un diseño probabilístico, unietápico y estratificado por entidad federativa.