El senador Marco Antonio Gama Basarte consideró que, con el uso de diésel, aunado a la deforestación que ocasionará con los consiguientes daños a la flora y fauna del sureste mexicano, el Tren Maya será el proyecto con el mayor impacto al medio ambiente en la historia de México.
“Otro aspecto muy preocupante de este proyecto por la emergencia sanitaria que vivimos, lo representa el riesgo la salud y la vida de las y los trabajadores que se emplearán para las obras, así como de la población, mayoritariamente indígena, afectada por el mismo”, señaló.
En relación al uso del diésel, el también integrante de la Comisión de Comunicaciones y Transporte del Senado, dijo que en contraste a lo que ocurrirá con el Tren Maya para el día que entre en servicio, en Europa diferentes modelos de tren cero emisiones ya están en circulación en nueve países, entre ellos Alemania.
“El diésel en el viejo continente ya tiene fecha de caducidad y para el 2050 ya no deberá circular ninguna locomotora con este combustible”, explicó.
Asimismo, el legislador por San Luis Potosí informó que este día, el Reino Unido cumplirá 2 meses sin usar carbón para generar electricidad.
“En 2012, alrededor del 40 por ciento de la electricidad del Reino Unido provenía del carbón. Hoy es tan solo el 3 por ciento, mientras en México vamos en retroceso”, añadió.
Sostuvo que, con el uso de diésel para impulsarlo, el Tren Maya será el proyecto más nocivo para el medio ambiente que se haya construido en México.
“Para empezar las obras arrancaron sin manifestación de impacto ambiental, amparados en que en esta etapa sólo serán obras de modernización de las vías ya existentes, pero ese hecho no garantiza que no habrá afectaciones porque serán mil 500 kilómetros de extensión”, señaló.
Según la academia de impacto ambiental en los alrededores del trazo del Tren Maya, que tiene previsto conectar los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, se tiene registro de 7.274 sitios arqueológicos, además de la Reserva de la Biosfera de Calakmul y otras áreas naturales protegidas que serían cruzadas por los tramos ferroviarios, con cuerpos de agua superficiales y subterráneos y una gran biodiversidad, concluyó.