El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, afirmó que las protestas contra la violencia policial en Estados Unidos, siempre y cuando sean pacíficas, son «comprensibles» y «más que legítimas», y expresó la esperanza de que «tengan un efecto» en el país norteamericano.
Tras un fin de semana en el que Berlín fue testigo de manifestaciones en solidaridad con las protestas en EU, Maas aseguró que la postura de su gobierno es que las protestas pacíficas deben ser siempre posibles, independientemente del lugar en que se produzcan.
«Mis pensamientos están con los amigos y familia de George Floyd, que perdió la vida de forma terrible e impactante, o más bien debo decir que se la quitaron,» declaró, en referencia al afroamericano cuya muerte a manos de un policía desencadenó grandes movilizaciones en EU.
«Espero que las protestas pacíficas no desemboquen en más violencia y quiero expresar también la esperanza de que estas protestas tengan un efecto en EU», añadió el ministro, que destacó los «gestos conmovedores» que se han producido, «también por parte de oficiales de policía».
En una rueda de prensa tras la visita de su homólogo ucraniano, Maas también informó de que su gobierno contactaría a las autoridades estadounidenses para solicitar la aclaración del ataque sufrido por un equipo de la cadena pública alemana Deutsche Welle a manos de la policía en EU.
El pasado domingo, un camarógrafo de la Deutsche Welle en Minneapolis grabó en directo como la policía disparaba proyectiles contra el reportero Stefan Simons y amenazaba con detenerle, a pesar de que éste se identificó como miembro de la prensa.
Maas destacó que los periodistas deben poder realizar su actividad sin peligro para su seguridad, señalando que «los estados democráticos deben aplicar estándares elevados» y que «cualquier violencia en este sentido no solo debe ser criticada, sino perseguida y aclarada de forma consecuente».
El pasado sábado, más de dos mil personas convocadas por redes sociales se concentraron ante la embajada de EU en Berlín denunciando el nuevo caso de violencia policial que sacude el país; además, varios jugadores de la Bundesliga alemana protestaron con gestos simbólicos contra el racismo.