*Algunos de los Axiomas Cuyo Autor es Gao Yuan
*Por Ejemplo, “Desviar la Atención Según Convenga”
*La Compra de Servicios Para Trabajos Sucios
*La Escala de Colaboradores Llamados Fusibles
*Las Elecciones de 2021 y la Creación del Partido de Estado
Por Ezequiel Gaytán
Lograr la consecución de un objetivo político requiere elaborar un diagnóstico y, a partir de ahí, definir un plan o estrategia, pues de ello derivará la organización, la dirección y la evaluación. Definir un objetivo es definir qué se desea; precisar una estrategia es desplegar el cómo se puede alcanzar el objetivo propuesto.
En política el objetivo de cualquier político es llegar, mantenerse y expandir el poder. Eso es claro, aunque esos políticos no sean francos al no decirnos para qué quieren el poder. Es más, muchas veces ni ellos saben para lo que sirve el poder más allá de su vanidad, soberbia o medio para satisfacer su resentimiento social.
El caso es que la estrategia, sobre todo en esta época, requiere de un equipo de expertos que asesoren al político. Son personas que se dedican a elaborar encuestas de posicionamiento, de aceptabilidad o rechazo, de imagen y de discurso. Hoy en día esas empresas se dedican a definir estrategias bajo principios que ya han demostrado su efectividad, pues muchos de ellos están inspirados en la obra de Gao Yuan “Las 36 estrategias chinas”. Veamos algunas de esos axiomas.
“De poco sirve impresionar con muchas ideas y proyectos, el impacto está en acciones escogidas y realizables”; por ejemplo, concentrar el discurso en el combate a la corrupción y tomar prestadas frases y símbolos de personajes históricos.
“Desviar la atención según convenga hacia asuntos políticos o legales”; con lo cual incluso se puede argumentar, cuando así convenga y manifestar que si la ley es injusta al parecer de un ciudadano, se puede violar. En caso contrario, argüir que nada fuera del Derecho.
“Compra los servicios de alguien que pueda realizar los trabajos sucios”; de suerte que, si el desaseo desborda la situación, no alcance al político, pues entre él y el escándalo hay que tener una escala de colaboradores que puedan, en su caso, ser sacrificados. Por cierto, a esas personas se les conoce como fusibles.
“Aprovecha las cuerdas sensibles de los electores o de los gobernados”; sobre todo cuando se trata de un pueblo que siente más de lo que piensa. De ahí que el uso de imágenes místicas y míticas es un recurso importante, sobre todo en sociedades donde la ciencia es aceptada, pero menospreciada.
“Aumenta las dificultades de tu contrario, réstale fuerzas desviando sus recursos y su atención. Debilítalo”; la interpretación de la recomendación es una cuestión de sensibilidad, ya que las alianzas coyunturales deben permitir que un adversario se convierta en el aliado o viceversa. De ahí que es básico debilitarlo con prudencia y límites, por ejemplo, mediante una política impositiva hacendaria se pueden crear mermas que dobleguen al contrario.
“La propaganda requiere esfuerzos y optimismo”; algo semejante a la frase de Goebbels “una mentira repetida mil veces acaba por ser verdad”. Por lo que es muy importante para el político saber sonreír, tener capacidad histriónica y crear trampas mediáticas que generen discusiones estériles y triviales.
La estrategia es junto con el arte de la dirección la esencia de llegar y mantenerse en el poder. Por eso hay que definir cómo y cuándo utilizarla, ya sea mediante despliegues abiertos o cerrados. Es decir, conversaciones públicas o privadas, según el caso. También hay que saber aprovechar cuando ser predecible y cuando no, pues eso permite mantener en tensión al adversario. Además hay que recurrir a las tácticas encubiertas, abiertas o semi cerradas, para lo cual se necesita a un equipo de colaboradores leales, eficaces y discretos.
La estrategia de la actual administración para llegar al poder requirió cambios de tácticas y logró llegar a su objetivo después de doce años de campaña y esfuerzos. Ahora se avoca a consolidar y mantener el poder en las elecciones intermedias y concurrentes del próximo año. Ahí la meta es volver a tener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y ganar las elecciones en la generalidad de los 15 estados en los que se elegirá gobernador.
Queda clara la resolución y decisión de crear un partido de Estado mediante una estrategia de largo plazo, está bien pensada pues su idea es ganar el mayor número posible de batallas. Ahora habrá que observar la estrategia de los partidos de oposición. Será un juego de inteligencia y contrainteligencia, con la gran diferencia de que el gobierno actual sabe cómo operar estratégicamente la maquinaria del Estado a fin de expandir su poder.