El Gobierno de México ha dado a conocer una serie de acciones de continuidad, reapertura ordenada, gradual y cauta, para atender la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV-2 y con ello reactivar la economía, al mismo tiempo busca cuidar la salud de los ciudadanos.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación, se establecieron acciones extraordinarias, estrategias para la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas, así como un sistema de semáforo por regiones que ayuda a evaluar semanalmente el riesgo epidemiológico relacionado con la reapertura de actividades.
Es importante mencionar que, los lineamientos serán de aplicación general para todos los centros de trabajo. Para esta Nueva Normalidad se definió un proceso que consta de tres etapas, que son las siguientes:
Primera etapa: se puso en marcha a partir del 18 de mayo y se autorizó la apertura de toda la actividad laboral, social y educativa en municipios que no presentaron contagios reportados por SARS-CoV-2.
Segunda etapa: se llevó a cabo entre el 18 y el 31 de mayo, consistió en una preparación para la reapertura, en la cual, las empresas consideradas como esenciales como la industria de la construcción, la minería y la referente a la fabricación de equipo de transporte, validaran los protocolos.
Aunado a eso, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) debió dar la aprobación para reiniciar actividades antes del primero de junio, de acuerdo con el proceso establecido para tal efecto.
Tercera etapa: se establece que, a partir del primero de junio, iniciará la etapa de reapertura socioeconómica mediante un sistema de semáforo de riesgo epidemiológico semanal por regiones, el cual determinará el nivel de alerta sanitaria y definirá qué tipo de actividades están autorizadas para llevarse a cabo en los ámbitos económico, laboral, escolar y social.