El asesinato de una joven por haberse escapado de su casa con un hombre mucho mayor que ella ha desatado una intensa polémica en Irán en torno a los llamados «crímenes de honor».
Reza Ashrafi, ahora detenido, aparentemente estaba encolerizado cuando asesinó el jueves a su hija Romina, de 14 años, después de que ella escapara con un hombre de 34 en Talesh, a unos 320 kilómetros al noroeste de Teherán, la capital.
En las sociedades tradicionales del Medio Oriente, incluido Irán, la culpa comúnmente recae en la mujer cuando se escapa de la casa con otro hombre, incluso cuando el hombre es un adulto y la mujer es menor de edad. En tales sociedades se considera que la hembra ha mancillado el honor de la familia.
Romina fue encontrada cinco días después de haber escapado y la llevaron a una estación policial, donde la recogió su padre para regresarla a casa. La joven supuestamente le dijo a la policía que temía una reacción violenta de su padre.
El miércoles la noticia acaparó las primeras planas de los diarios iraníes y el hashtag en redes sociales #RominaAshrafi presuntamente se ha utilizado miles de veces, en la mayoría de las ocasiones para condenar el crimen.
Irán lleva años debatiendo una ley que prohibiría los crímenes de honor, pero sin resultado.
El miércoles, el caso de Romina Ashrafi provocó que el presidente iraní Hasán Ruhani exhortara a su gabinete a apresurar leyes más estrictas contra dichos homicidios y presionó para que se adoptara rápidamente una legislación relevante.
Hay pocos datos sobre los crímenes de honor en Irán, donde la prensa local ocasionalmente los reporta. Bajo la ley, las niñas pueden casarse después de los 13 años, aunque la edad promedio entre las iraníes es de 23. Se desconoce cuántas mujeres y jóvenes son asesinadas por familiares por sus acciones, percibidas como una violación a las normas islámicas conservadoras sobre el amor y matrimonio.