Para Ricardo Monreal, líder de la mayoría morenista en el Senado de la República, no son tiempos de ahondar las confrontaciones, sino del imperio del diálogo y del acuerdo, de la tolerancia y de la prudencia.
Y es que, para el presidente de la Junta de Coordinación Política, en el momento actual ha notado un clima polarizado, crispado, social y políticamente, “y también noto que hay una fuerte oposición y una fuerte crítica al Presidente y a sus planes. No estoy alejado de lo que está pasando, y en el Senado actuaremos con tolerancia y con prudencia.
Muchas y diversas fueron las preguntas que le plantearon los reporteros de la fuente del Senado, al líder de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, Ricardo Monreal Ávila, pero a una le dedicó más tiempo de respuesta. Su opinión sobre lo sucedió en Puebla y su Congreso local, en el sentido de aprobar que la nueva Ley de Educación contemple que los inmuebles de las instituciones privadas formen parte del sistema educativo estatal.
Y, en torno a las modificaciones a la normativa local en Educación en el estado de Puebla, “no es correcto en estos momentos establecer estos parámetros o esas modificaciones legales que pueden llevarnos a seguir la confrontación de los sectores de la población. Debió de discutirse, escuchar a las instituciones privadas, y no apresurar el dictamen, que siempre resulta muy cuestionado en si oportunidad, no conviene apresurar los procesos legislativos”.
Empero, el legislador por Zacatecas hizo ver que el Senado de la República no es la instancia para dirimir esos desencuentros inoportunos con el sector privado, y corresponderá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolverlo, ya que ninguna disposición de congresos locales está por encima de lo que diga la Carta Magna de la Nación, y explica:
“Lo aprobado en el Congreso de Puebla no refleja el punto de vista de la reforma aprobada recientemente, respecto a bienes e inmuebles. No refleja el espíritu de la Ley General de Educación que aprobó hace unos meses el Congreso de la Unión. El objetivo de la Ley Nacional fue y ha sido respetar el papel de las instituciones privadas en la consecución de los fines educativos que establece la Constitución, ninguna ley local puede ir en contra de la Constitución, incluso ninguna constitución local”.
Para Monreal Ávila lo hecho por el Congreso de Puebla fue una armonización indebida, la que de seguro tendrá que revisar la corte, ya que fue una mala interpretación del espíritu de la Ley General de Educación. Como catedrático universitario que es defendió a la educación pública y privada, pues estas son complementarias en la tarea de hacer progresar al país.
Concluyó su respuesta al explicar que la complementariedad de la educación privada con la pública se deriva de aquellos espacios que no pudo llenar el Estado con educación amplia y de calidad para muchos sectores que pueden sufragar los gastos: “yo no satanizo a la ecuación privada, dos de mis hijos la tuvieron. Hay que mantener un equilibrio justo ente las dos. Es tiempo de superar esas viejas inercias, ese viejo discurso y pensar que ambas pueden complementarse”.
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