La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) solicitó 350 millones de dólares a fin de ampliar sus actividades de lucha contra el hambre y reforzar los medios de subsistencia en situaciones de crisis alimentaria ya que el impacto del coronavirus (COVID-19) podría ser devastador.
“Las evidencias demuestran que en los países que ya están afectados por el hambre aguda, las personas están luchando cada vez más por tener acceso a los alimentos a medida que los ingresos disminuyen y los precios de los alimentos suben”, indicó.
Aunque se desconoce el impacto a largo plazo de la pandemia en la seguridad alimentaria, el organismo dio que los agricultores podrían no tener acceso a sus campos, o recursos para comprar semillas, por lo que se perderán temporadas de siembra, el cultivo se reducirá y se perderán animales. “Esto significa menos alimentos disponibles
«No podemos esperar a terminar de ocuparnos de las consecuencias sanitarias para pasar a la seguridad alimentaria. Si no empezamos a aplicar ayudas a los medios de subsistencia ahora, nos enfrentaremos a múltiples crisis alimentarias. Y a una factura mucho mayor», advirtió el director general, Qu Dongyu.
«Si apoyamos los medios de subsistencia ahora podemos ayudar a reducir las necesidades y evitar el aumento del hambre. Y proteger a los más vulnerables de los efectos colaterales de la pandemia», afirmó, durante una reunión virtual del organismo, donde se actualizó la respuesta humanitaria ante el COVID-19.
Por su parte, Ramesh Rajasingham, secretario general adjunto interino, apuntó que “cada vez está más claro que las consecuencias de la pandemia van mucho más allá de la salud».
«Los medios de vida agrícolas son fundamentales en la mayoría de los países en los que trabajamos, ya que son la principal fuente de ingresos para gran parte de las poblaciones vulnerables. Y se basan en temporadas que no se pueden perder ni omitir», añadió.