«Se lucha todos los días para garantizar la paz y la tranquilidad, sin violar derechos humanos, no hay masacres, no hay tortura, el Ejército y la Marina, actúan protegiendo, respetando y no es humillación el evitar la violencia. En todos los casos hay que evitar la pérdida de vidas».
En su conferencia mañanera, destacó que si no se logra en estos tiempos acabar con la corrupción, con el influyentismo, con los privilegios, con la discriminación. Si no se termina en este periodo con el predominio de unos cuantos a costa del sufrimiento de la gente, ya será muy difícil de lograr.
Recordó que el caso más emblemático que ha tocado enfrentar al Gobierno fue la detención de Ovidio Guzmán, que por las características y circunstancias, si se mantenía en poder de las fuerzas armadas, se iba a desatar una guerra, una confrontación armadas en donde podrían perder la vida más de 200 personas.
«Decidimos parar ese operativo y creo se hizo muy bien, porque después de un derramamiento de sangre así, el gobierno iba a quedar con muy poca autoridad moral y lo más importante de todo, actuar con rectitud, de buena fe, con autoridad moral para poder tener autoridad política».
Más, añadió el mandatario, cuando se está en un proceso de transformación, «porque lo que no podemos poner en riesgo es la transformación de México; sino no logramos en estos tiempos acabar con la corrupción, con el influyentismo, con los privilegios, con la discriminación, sino se termina en este periodo con el predominio de unos cuantos a costa del sufrimiento de la gente, ya será muy difícil de lograr».
Tenemos, dijo López Obrador, que cuidar el proceso de transformación y no caer en ninguna provocación, de no estar tan atentos a lo que dicen nuestros críticos porque ellos actúan en función de otra lógica, ellos están a favor de mantener el actual o lo que significaba el régimen anterior, ese es su propósito, por eso tanto ataques, como nunca y tener mucha confianza al pueblo, recomendó el presidente.