Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) informó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) levantó un acta de rechazo con el fin de devolver los 20 ventiladores adquiridos a León Manuel Bartlett Álvarez en 1.5 millones de pesos cada uno, toda vez que presentaban características distintas a las contratadas.
La organización publicó a principios de mayo una investigación en la que señala a la compañía de Bartlett Álvarez, hijo de Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como la proveedora más costosa de equipo médico al IMSS.
MCCI señaló que el 8 de mayo, el órgano de Operación Administrativa Desconcentrada Estatal en Hidalgo del IMSS detectó, tras una revisión física, que los ventiladores no cumplían con los requerimientos funcionales acordados, toda vez que no contaban con pantalla táctil.
Explicó que en la carta invitación que el Seguro Social envió el pasado 16 de abril a Víctor Hugo Pérez Solares, representante legal de Cyber Robotics, para la compra de los ventiladores, se precisó que el equipo debía contar con “pantalla táctil a color que muestra gráficas, datos numéricos, alarmas priorizadas en tiempo real y los diferentes modos ventilatorios seleccionados para un adecuado tratamiento”.
Agregó que el contrato a Cyber Robotics fue asignado un día después por la dependencia y ese mismo día el IMSS Hidalgo pagó 880 mil pesos al proveedor Conduit Life, por un ventilador de similares características, importado de Eslovaquia.
En la revisión de contratos se comparó lo pagado por el Gobierno Federal por ventiladores de características similares y fue cuando MCCI detectó una diferencia de hasta 85 por ciento entre el precio más barato y el más caro.
Se explicó que los aparatos fueron rechazados, ya que el responsable del Hospital General de Zona 1, el subdirector médico, el jefe de Conservación y el de Control de Bienes del IMSS levantaron un Acta administrativa de Rechazo de Bienes por las fallas, los daños y porque el equipo no correspondía con las características técnicas acordadas.
De acuerdo con fuentes en el Seguro Social, el producto fue entregado, pero en el proceso de revisión se detectó que los ventiladores no cumplían al 100 por ciento con las especificaciones técnicas. Agregaron que los 31 millones de pesos aún no se habían pagado.