El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que su gobierno no está contra los empresarios, siempre y cuando no hayan conseguido su riqueza de forma mal habida.
Es importante aclarar que nosotros no estamos en contra de los empresarios, siempre he dicho que quien trabaja, invierte, genera empleos, merece respeto, protección. El que logra un patrimonio, con trabajo y de acuerdo a la ley, merece respeto, no todo el que tiene (dinero) es malvado”, dijo.
“Estoy en contra de la riqueza mal habida, de los que utilizan un cargo público, una relación y mediante el tráfico de influencias o la entrega de contratos, de bienes, se hacen inmensamente ricos de la noche a la mañana, se hacen grandes con la riqueza mal habida, son lo que no deben permitirse, los que hay que señalar”, refirió.
López Obrador dijo tener respeto por los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y su derecho a manifestar sus ideas, pero que es el Estado quien tiene que imponer su política de desarrollo.
“Con todo respeto no vamos a continuar con más de lo mismo, no va a haber rescate para potentados, si hay una quiebra de una empresa pues que sea el empresario el que asuma la responsabilidad, o los socios o los accionistas. El Estado tiene que proteger a todos y no actuar otorgando privilegios para nadie, se tiene que poner por delante el interés general, de manera humanitaria atender con preferencia a los pobres”, subrayó.
“Es una inmoralidad utilizar al Estado para rescatar a empresas o a instituciones financieras en quiebra, si se trata de rescata hay que hacerlo pensando en los que más lo necesitan, no regresar a lo que sucedió con el Fobabroa, de bancos quebrados, banqueros ricos”, reiteró.
“No socializar las pérdidas y privatizar las ganancias, cómo se van a convertir en deuda pública las deudas privadas, no coincidimos en eso. No es ahora, es de siempre”, concluyó.