El subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gabriel Yorio Ginzález, dijo este jueves que el plazo para iniciar la reactivación económica de México está vinculada al resultado de las medidas sanitarias para controlar la pandemia del coronavirus.
Al presentar el informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública de México en el primer trimestre de 2020, el funcionario consideró importante el descongelamiento a partir de esta fecha porque “implicaría que estuvimos congelados ocho semanas y se podría abrir espacio para que la recuperación sea rápida”.
Reiteró que la crisis de salud requirió fuertes medidas de contención, de confinamiento, de cierre de fronteras y de aislamiento regional y la suspensión de actividades, que llevaron al congelamiento.
El funcionario subrayó que México tiene “fundamentos económicos sólidos”, por lo que con un control rápido de la pandemia, al tiempo que en otros países empiecen a abrir su economía, “veríamos un mayor dinamismo global del que México no estaría exento”.
Recordó que el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tiene como fecha para implementarse el 1 de julio y se mantiene comunicación con estos países para iniciar la reapertura económica de manera sincronizada, en primer lugar en el sector automotriz.
El subsecretario reiteró también que México “continúa siendo un país atractivo para la inversión, que los activos mexicanos continúan siendo demandados por los inversionistas y el país sigue teniendo acceso a los mercados internacionales”.
El Gobierno de México implementó medidas para evitar la propagación del COVID-19, minimizar su impacto en la población, mitigar el impacto económico y promover una recuperación económica acelerada y sostenida, señaló Hacienda en el informe.
Entre estas destacan créditos para microempresas, ampliación de programas de ayudas para 25 millones de personas y medidas para garantizar el funcionamiento adecuado de los mercados financieros, además de fortalecer la liquidez en el sistema financiero.
Hacienda sostuvo que los resultados principales de las finanzas públicas en el primer trimestre de este año “son congruentes con la prudencia fiscal, con los esfuerzos por reducir la evasión de impuestos y el fraude fiscal y con la protección de la población más vulnerable”.
El balance primario del país presentó un superávit de 137.713 millones de pesos, que se compara de manera favorable con el superávit programado que era de 79.585 millones de pesos.
En los tres primeros meses del año, el Gobierno Federal obtuvo ingresos no petroleros mayores a lo programado en 115.483 millones de pesos por la mayor eficiencia en la recaudación de impuestos y el combate a la evasión fiscal a partir de 2019.
Hacienda aseguró que la evolución de los saldos de la deuda en el periodo enero-marzo de 2020, están en línea con los objetivos de la política fiscal del año y que al cierre del trimestre el saldo se ubicó en 9.24 billones de pesos.