Al señalar que el modelo de rescate bancario de los años noventa no va a regresar «nunca jamás», el presidente Andrés Manuel López Obrador demandó que en el empleo de los 750 mil millones de pesos autorizados por el Banco de México para apoyar a pequeñas y medianas empresas se cuide que los recursos realmente se dirjan a ese sector y no sirvan para salvar a grandes corporaciones o bancos.
«Hay que tener mucho cuidado, porque el Banco de México es una institución autónoma y hay que respetar sus decisiones. Pero sus reservas no son del Banco de México, ni siquiera del gobierno, sino de la nación. Así todos los créditos hay que cuidarlos, porque si no se carga a la hacienda pública, se tiene que pagar con presupuesto, que es dinero del pueblo».
Por ello, dijo, es interesante debatir sobre a quién se debe rescatar, «no vaya a ser, que se pretenda rescatar empresas que antes del coronavirus ya tenían problemas financieros».
En la conferencia matutina de este lunes, el mandatario relató que el fin de semana leyó un documento de algunas personalidades que están planteando que se regrese a las fórmulas anteriores. «Extrañan, añoran, tienen nostalgia por el neoliberalismo. Lo entendemos y lo respetamos, pero en México hubo un cambio, ya no es más de lo mismo lo que se aplica».
Recordó que antes, cuando venía una crisis, lo primero que se hacía «era pedir prestado para rescatar a los de arriba y se les daba la espalda a los de abajo». Ahora es distinto y no se deja en el abandono a los de arriba. Se atiende a todos, pero se le da preferencia a la gente humilde»
López Obrador destacó que cuando vino la crisis por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), en la década de los noventa del siglo pasado, se determinó convertir deudas privadas en públicas con cargo al erario, equivalente al 19 por ciento del Producto Interno Bruto.
Subrayó que entonces no sólo fue convertir esas deudas en endeudamiento público, sino que hubo abusos al elevarse las cotizaciones de las empresas a rescatar.
Por otro lado, conminó a las empresas que se dedican a actividades no esenciales a cumplir con las restricciones sanitarias y no mantenerse operando, porque eso ayuda a todos al reducir el periodo de cuarentena para enfrentar la epidemia del coronavirus.
El presidente López Obrador apuntó que con las acciones de su gobierno sí se apoya a las grandes empresas y a la clase media-alta, pero “se está dando preferencia a los más pobres, es un proceso de apoyo y bienestar de abajo hacia arriba”.
Va a recibir más, proporcionalmente, el que tiene menos, pero se va a apoyar al 70 por ciento, de manera directa, agregó al referir que los apoyos anunciados por su administración beneficiarán a 25 millones de hogares en los que, por lo menos, les va a llegar un apoyo.
Para el resto, sostuvo que “los apoyos son que haya paz y tranquilidad, que no haya corrupción; que si se dedican a hacer negocios, que no haya influyentismo”. Además, dijo que beneficia que haya un gobierno austero que no le cuesta a la población, así como un Estado de Derecho.
Atender primero a los pobres significa paz social, gobernabilidad y “que podamos caminar por las calles sin que nos roben, que no secuestren”, ya que lo que padece el país es el fruto prohibido del pasado, indicó.
Afirmó que al 30 por ciento de la población con más ingresos beneficia que no haya aumento de impuestos o incremento del costo de combustibles, así como incentivar la construcción y la entrada en vigor del nuevo Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá.
Con los apoyos anunciados por su gobierno, explicó, habrá demanda, por lo que se generará oferta de productos, y confió que habrá una pronta recuperación. “Se está cayendo la economía, como también, lo aclaro, se está cayendo en todo el mundo, y habrá pronto un resurgimiento, esa es nuestra propuesta, salir bien sin dejar endeudado a México”, apunto el Jefe del Ejecutivo.
A la vez, defendió de nueva cuenta el desarrollo de la refinería de Dos Bocas y la rehabilitación del resto de las refinerías, ya que aseguró que con ello se podrá producir combustible para ser autosuficiente y no depender de la venta de petróleo al extranjero.