México debe prepararse para un “incremento súbito de muertes por coronavirus COVID-19 ya que es posible que no se cuente con espacios y servicios funerarios suficientes para la disposición final del cadáver en un tiempo razonable”, señaló la Secretaría de Salud en un documento titulado como “Lineamientos de Manejo General y Masivo de Cadáveres por COVID-19 en México”, publicado por dicha dependencia el pasado 21 de abril de 2020.
En el documento, se explica que las autoridades deben prever que, en un corto tiempo, se puede requerir de un mayor número de espacios para resguardo y disposición final de los cadáveres, tales como cámaras frías, crematorios y espacios para inhumación.
Agrega que otros factores que se deberán de considerar en planes de manejo masivo de cadáveres, tales como agilizar aquellos trámites administrativos y autorizaciones de cremación y/o inhumación acotadas a los horarios rutinarios, que podría retrasar la disposición final de los cuerpos.
De acuerdo con los lineamientos, la Secretaría de Salud afirma que, antes del traslado del cuerpo, se debe notificar primeramente a los deudos, así como al equipo encargado del manejo del cadáver para su preparación y traslado a la morgue.
Debe la autoridad realizar la plena identificación del cuerpo, y cuando está plenamente identificado, puede permitirse el acceso solo a dos familiares y/o amigos más próximos, quienes no deberán establecer contacto físico con el cadáver, ni tocar o besar el cuerpo, ni tener contacto con las superficies o el entorno que pudieran estar contaminados.
El cadáver, después, debe introducirse en una bolsa de traslado para cadáver biodegradable, que reúna las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior e impermeabilidad, dentro de la propia habitación.