Al llegar la Fase 3 de la emergencia sanitaria por COVID-19, la población debe reforzar las medidas de higiene dada la alta circulación viral y el elevado contagio que eso significa, aseguró la investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Isabel Salazar Sánchez.
La especialista en Virología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) consideró que esto implica sanitizar los artículos y alimentos sean envasados o frescos, así como objetos que se ingresen a los hogares debido a que pudieran ser algún medio de transporte del virus.
“Una de las alternativas para estos procesos son agua y jabón, alcohol al 70 por ciento o una dilución de 20 mililitros de cloro comercial en un litro de agua, porque éste último inactiva casi cualquier virus”, dijo mediante un comunicado.
La razón de estas acciones radica en evitar la sobreocupación hospitalaria y agilizar el triage respiratorio en urgencias, para identificar con signos y síntomas con sospecha de COVID-19 y así evitar decisiones difíciles acerca de quién recibe tratamiento, agregó.
La investigadora politécnica consideró que en una fase avanzada de contagios el uso de cubrebocas es pertinente siempre y cuando se utilice adecuadamente; sin embargo, también se requiere protección ocular, ya que la parte de la conjuntiva es otra vía de entrada.
“La mayor medida de protección es la conciencia, el estar consciente de no tocarme el rostro, porque de lo contrario no tendrían sentido estos cuidados”, apuntó.
Asimismo, aseguró que los guantes no son innecesarios porque la naturaleza creó a los seres humanos con una piel impermeable que mientras esté intacta funciona perfectamente, igual que las mucosas.
Finalmente, mencionó que otro aspecto importante es no automedicarse, sobre todo si existe la sospecha de haber adquirido el virus, debido a que se puede alterar la respuesta inmune o enmascarar los síntomas.
“Por eso es muy importante tener los sensores de nuestro cuerpo al cien por ciento para darnos cuenta si nos enfermamos del COVID-19”, mencionó.