Por Jesús Michel Narváez
Vulnerar la autonomía del banco de México representa uno de los mayores riesgos en el manejo de la economía nacional y abre la puerta a decisiones otra vez equivocadas que podría tomar el presidente de la república.
Hubo una reunión privada entre el gobernador del banco de México y el jefe del ejecutivo federal. La información que se difundió desde la oficina de comunicación de la presidencia de la república solamente decía qué fue cordial y con absoluto respeto a la autonomía de la institución.
Sin embargo el fondo del tema es que el presidente quiere que el banco central le entregue los excedentes de operación por la variación cambiaria para que se destinen a pago de la deuda externa, que por ley para eso se utilizan, pero el presidente quiere que se adelanten los recursos aunque legalmente se deben entregar en el 2021.
Ayer mismo el Banco de México emitió un comunicado en el que señala que los excedentes, si los hubiera, solamente podrán ser entregados a la Secretaría de Hacienda el próximo año.
No se entiende por qué el presidente de la república pretende que se adelante un recurso que aún no se obtiene. Porque la diferencia entre la compra y recompra de dólares se contabiliza anualmente y que se sepa 2020 aún no termina.
Pero la nada sutil sugerencia presidencial deja en claro que su respeto a la autonomía del Banco de México es solamente para el discurso porque en la realidad lo que pretende es manipular reservas internacionales, excedentes por las operaciones en dólares y confundir al sector financiero considerando cómo cobertura por la depreciación del peso.
Desde los años 70 durante el gobierno de Luis Echeverría la impresión de billetes era ordenada desde la Presidencia de la república y con la autonomía del Banco de México se impidió que los presidentes echaran andar la maquinita, es decir la impresión de billetes.
Más allá de lo anecdótico, sin duda alguna el presidente López Obrador busca sacar dinero hasta debajo de las piedras para que su proyecto de gobierno, que tiene como eje central regalar dinero a los pobres, se frene ni por la presencia del covid-19 y mucho menos por la crisis económica que costara mucho trabajo revertir en el futuro cercano.
¡Cuidado! El Banco de México está en la mira.