Mayor presencia militar lograron obtener los habitantes de la zona rural del norte de Culiacán, luego de que anunciaron la creación de las Fuerzas Comunitarias Rurales como forma de protegerse de los grupos armados que circulan y provocan enfrentamientos en la región.
Andrea Zebada, habitante de la comunidad de Agua Caliente de los Monzón y portavoz de Fuerzas Comunitarias Rurales, informó que acordaron que tanto elementos militares como de la policía estatal realizaran rondines de vigilancia, así como la instalación de cámaras de video vigilancia conectadas al C4, esto luego de que se cumplieran el plazo para que se instalara una base militar en la zona.
“Ya pasó el lapso de 72 horas que le proporcionamos al gobierno para que nos pusiera una base militar permanente, sabemos que eso es un trámite tardado pero pedimos un campamento militar o de policía estatal preventiva”, expresó Zabada.Fue el pasado 10 de marzo que Andrea Zebada, junto con otros habitantes de Agua Caliente, anunciaron la creación de las Fuerzas Comunitarias Rurales con la intención de protegerse y evitar hechos violentos como los que han ocurrido en las colonias Loma de Rodriguera y Paredones, en Jesús María, al norte de la capital sinaloense.
Ayer, los integrantes de la fuerza rural, acudieron a una reunión con los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, quienes les explicaron que debido a la falta de personal militar y policías estatales no se pueden instalar las bases permanentes, sin embargo, aumentaron los patrullajes en la zona y ayer mismo comenzaron a instalar las cámaras de videovigilancia en la zona.
La presencia de grupos de delincuentes armados en el área ha sido mayor desde el 17 de octubre de 2019, cuando las Fuerzas armadas realizaron un operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, cabeza del Cártel de Sinaloa.
En esa fecha, según autoridades federales, el Cártel del Chapo mostró su “presencia real y capacidad de fuego y organización” con el bloqueo de los accesos a Culiacán y un despliegue que culminó con la liberación de Ovidio Guzmán, quien ya había sido asegurado por los militares.
Desde entonces, ha habido al menos dos enfrentamientos mayores en Culiacán, el primero el 26 de febrero cuando un comando ingresó a un domicilio en la colonia Rubén Jaramillo, que dejó a un hombre muerto y otro herido.
El segundo ocurrió el 6 de marzo, cuando se suscitó una balacera entre grupos antagónicos en la colonia Loma de la Rodriguera, uno de los heridos fue trasladado al la clínica número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde se presentó un comando a tratar de rematarlo pero fueron repelidos por soldados y policías, quienes detuvieron a cuatro sicarios.
