La subasta de dos mil millones de dólares adicionales en coberturas cambiarias por parte del Banco de México (Banxico), pretende eliminar el estrés que probablemente está enfrentando el peso, por medio de una mayor inyección de liquidez al mercado cambiario, afirmó el economista James Salazar.
En entrevista, el subdirector de Análisis Económico de CIBanco, explicó que “cuando se observa que el tipo de cambio está en 24 pesos por dólar, se piensa que probablemente está muy estresado y que quizás algunas empresas están batallando para conseguir dólares o que el mercado no está tan líquido”.
Si al momento de la subasta se llega a observar que no todos los plazos ofertados tienen postura de compra, entonces se podría deducir que no necesariamente las empresas están teniendo dificultades para comprar dólares, sino que el dólar está muy caro, por lo que está ocurriendo a nivel internacional, expresó Salazar.
En caso de que no haya problemas de liquidez en el mercado, la subasta podría tener cierto efecto para frenar la depreciación del peso, pero un efecto muy limitado, estimó.
Precisó que posterior al anunció, el peso se apreció a 23.73 por dólar, (desde 23.85 que estaba a las 08:00 horas, el problema es que los movimientos son tan abruptos que una apreciación de 15 o 20 centavos casi no se nota.
“Es muy probable que el peso vuelva a presionarse, en parte por el tema del COVID-19 y por la caída de la mezcla mexicana de petróleo de exportación, cuya cotización está en los suelos, con una baja en el año de poco más de 60 por ciento”, advirtió.
“Esperamos que la caída del precio del petróleo no se mantenga por largo tiempo, y que luego repunte, en la medida que el COVID-19 comience a contenerse y que la OPEP, junto con Rusia, se pongan de acuerdo para recortar la producción y apuntalar al petroprecio, para que no haya un problema adicional a las finanzas públicas, ya que de por sí con bajo crecimiento la recaudación de ingresos tributarios cae”, enfatizó.