El sentido crítico hacia le opresión y la defensa de los derechos humanos han sido temas de polémica en la obra del artista chino AiWeiwei, quien ha decidido también plasmar parte de los conflictos sociales de nuestro país como lo expuso en Restablecer Memorias, su primera instalación en la Ciudad de México y que ahora llevará a Guadalajara.
El Museo Cabañas de la capital jalisciense alojará esta muestra del 23 de mayo al 20 de septiembre, tras presentarse en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (MUAC) y el MARCO, Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
El artista quien es considerado como un destacado documentalista, presentará piezas significativas como el mural elaborado con un millón de piezas de lego que forman los retratos de los 43 estudiantes desparecidos durante 2014 en Ayotzinapa, Guerrero.
En esta exhibición curada por el Dr. Cuauhtémoc Medina también llevará a la perla tapatía la pieza El salón ancestral de la familia Wang (2005), uno de los trabajos más famosos y controvertidos de AiWeiwei que consiste en la reconstrucción de una estructura tradicional china de 12 metros de altura, compuesto por mil 300 piezas de madera que representa la destrucción del patrimonio cultural de China durante la Revolución Maoísta.
Este edificio de más de 400 años de antigüedad perteneciente a la dinastía Ming, se montará en el Patio de los Naranjos a puertas abiertas, con el fin de que el público atestigüe el proceso de realización en su totalidad.
Al ser hijo de un poeta disidente del maoísmo, la vida de AiWeiwei estuvo marcada por la persecución de su padre y tanto él como su familia, fueron exiliados de Pekín. Por ello, a lo largo de su trayectoria se ha manifestado en pro de los derechos humanos y en su obra aborda la opresión, el desplazamiento humano, así como la cultura tradicional china recontextualizada y el imperialismo cultural de Occidente.
Debido a sus críticas abiertas al gobierno chino, fue detenido en abril de 2011 en el Aeropuerto Internacional de Pekín y fue arrestado durante 81 días. Aunque lo liberaron en junio de ese año, retuvieron su pasaporte y no fue sino hasta junio de 2015 que recuperó su derecho a viajar libremente.