*De Continuar se Atentaría Contra el País y el Gobierno
*Buscan Ineptamente la Democracia Directa: EGC
*En los 70’s Sinaloa, Puebla, Guerrero y Chapingo Fracasaron
*Hay Quienes Creen que con Ello Complacen a AMLO
*A Mano Alzada o con Papeletas, no Cabe en la Universidad
Por Jesús Michel Narváez
Los ataques en contra de la UNAM “vienen de instancias gubernamentales. Y las agresiones son una bomba de tiempo con una mecha muy chiquita”.
El señalamiento no es de un desconocido o adversario del gobierno. Salen de la garganta del doctor Enrique González Casanova, docente en la Universidad Nacional Autónoma de México desde hace 39 años.
Conoce el universo político y la historia de las repetidas embestidas que ha sufrido la UNAM.
Para sustentar su acusación el catedrático expone: “¿y por qué lo digo?, porque, aunque no tengo la información necesaria para precisar exactamente cuál es la instancia que los produce, sí puedo decir que, para hacer una movilización en la UNAM, o en cualquier otro sitio, se necesitan recursos y los recursos en estos momentos no los tienen las oposiciones, y los pocos que tienen no lo van a gastar en esto.
“Y a diferencia de lo que ocurría años atrás cuando además del Gobierno Federal intervenía en la Universidad, la Iglesia Católica o una rama de la iglesia católica, intervenía ocasionalmente la embajada norteamericana, ya como agentes sociales, agentes políticos. La Iglesia y la embajada no tienen ahora el mayor interés de intervenir en la Universidad, porque la situación que ahora se vive es muy distinta a la que se vivía por ejemplo en la década de los 50’s, de los 60’s y todavía de los 70’s”.
Detalla que lo vivido hace 50-60 años fue parte de la guerra fría por un lado y parte también de las luchas políticas que en ese momento se daban. En esos años, la oposición estaba empobrecida, bueno era pobre porque nadie la había empobrecido. Vivía en el clandestinaje o en el semiclandestinaje, o no tenía el suficiente dinero; los norteamericanos si tenían dinero y la iglesia también, pero es muy difícil hablar de ésta en su conjunto, aunque sectores vinculados a la iglesia católica también lo tenían y era la forma como se participaba en política en aquellos años, pero hoy es distinto.
INEPTITUD DECIR QUE EN LA UNAM NO HAY DEMOCRACIA
Durante la entrevista con MISIÓN POLÌTICA, el catedrático egresado de Ciencias Políticas y doctorado por la Universidad de East Anglia, en Norwich, conocedor de los intestinos de la UNAM, no rehúye preguntas y tampoco arroja retórica, sino dialéctica.
Usted lo plantea con mucha claridad: provienen de alguna instancia del gobierno ¿cuál sería el objetivo de desestabilizar a la UNAM, de quitarle su autonomía, de atacar al rector cualquiera que fuera, exceptuando al Sr. Ackerman…?
EGC: Aclaro, el Sr. Ackerman cumple con los requisitos para ser rector, pero no tiene la menor oportunidad de serlo, aunque el doctor Graue se viera obligado a renunciar. Eso por un lado y en segundo lugar yo diría que hay una profunda ignorancia de lo que es la Universidad, porque si se pretende desestabilizarla, es porque realmente no se sabe lo que es y lo que significa la Universidad.
“La Universidad significa mucho desde el punto de vista académico, desde el punto de vista de lo que es la movilidad social, a través de la meritocracia que se logra mediante las oportunidades que brinda la academia, y en ese caso de que las brinda a partir de la práctica que es la gratuidad.
“En segundo lugar, porque se busca ineptamente desarrollar un concepto de democracia -en el que de dientes para fuera se cree-, que todo se puede solucionar a partir de procesos electorales directos y no se toma en consideración lo que representa y porque representa la organización que la Universidad se ha sabido dar y que le ha funcionado bien a través de todos estos años”.
Al fin y al cabo un docente, González Casanova hilvana sus respuestas. Tiene conocimiento pleno de lo que habla. Y lo sustenta con argumentos, con razones, con experiencia.
Abunda sobre las intentonas de desestabilización.
“Y no es que en la Universidad no exista democracia, por supuesto que existe, la hay, pero es una democracia que está organizada bajo principios distintos, a los que tiene, por ejemplo, la democracia a nivel federal o la de los estados y los municipios.
“Ello, porque está organizada de otra manera, porque no es una instancia de representación popular, sino una institución cuyo principal objetivo es la academia, ya sea en la versión de la docencia o en la versión de la investigación y, además de la academia la difusión cultural, entonces como no se tiene un conocimiento de eso, no faltan los energúmenos que creen que diciendo una sarta de tonterías como el caso de un célebre diputado Jáuregui, pueden caer bien al jefe que es el presidente López Obrador.
“Y no es que necesariamente López Obrador este esperando eso, pero ellos creen que es una manera de complacerlo y lo único que están demostrando es que quieren dejar no solo su huella, sino las cuatro huellas, entonces ese es un problema que si se está enfrentando”.
¿Cuándo se habla de la democratización de la Universidad se habla de la elección de las autoridades, pero alguien sugiere que se haga a mano alzado y eso no es nada democrático?
EGC: Pues es que ya sea a mano alzada o con papeletas, es algo que no tiene lugar en la Universidad, porque quien puede ganar: el que compra los votos…
EGC: El maestro que diga que él no va a ser exámenes, o que tienen el 10 garantizado, entonces ahí se deterioraría el trabajo de la Universidad, el trabajo de la Universidad no es hacer política, el trabajo de la Universidad es enseñar, difundir el conocimiento en todas las formas que este tenga.
FORMAR POLÍTICOS Y PRESIDENTES
Aunque el doctor González Casanova pasó por alto que de la UNAM han salido, en la época de los gobiernos civiles, a partir de 1946 con el “cachorro de la Revolución”, Miguel Alemán Valdés, el reportero lo recuerda. Y él hace lo propio.
“Sí porque Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Andrés Manuel López Obrador fueron egresados de la UNAM. Ernesto Zedillo es del Poli, pero el Poli es una institución muy seria para la vida de México. Porque una cosa son las discrepancias desde el punto de vista deportivo (que además ahí se deben de quedar) y otra cosa es el Instituto Politécnico Nacional”.
Y enseguida retomamos los ataques.
¿Doctor a quién le conviene desestabilizar a la UNAM?
“Digo que a nadie, pero a lo mejor en primera instancia podría ser muy atractivo manipular el presupuesto que tiene la Universidad, o manipular a las personas que de una u otra suerte ahí trabajan, ya sea como estudiantes o trabajadores o académicos, a partir de dar prebendas, o compras de votos o actuar de una u otra manera, o simple control, político, pero esa es una bomba de tiempo con un mecha muy chiquita, si se llegara a hacer eso se atentaría contra el país, desde luego contra el gobierno, y ha costado mucho hacer las Universidades públicas como para tirarlas así a la basura.
“Y además hay una historia sobre todo en los años 70. Hubo universidades, la de Sinaloa, la de Puebla, la Guerrero y Chapingo, que escogieron el sistema de elección directa de sus autoridades, es decir que el rector y sus principales autoridades ocuparan esos cargos como resultado del voto directo, y los cuatro proyectos fracasaron estruendosamente porque el nivel académico dejó de existir y las universidades se convirtieron en cotos de poder.
¿Es como la Universidad de la Ciudad de México?
EGC: Bueno esa salió torcida desde el principio, por eso no ha cuajado, el proyecto no es malo, y además es una buena alternativa, pero la manera como se maneja poco o nada tiene que ver con la academia.
¿Está en riesgo la autonomía de la Universidad?
EGC: La autonomía ha estado en riesgo desde que se logró en 1929, yo recuerdo a mi padre que decía que la autonomía se había arreglado por el Gobierno, más para desatenderse que por vocación, y la situación de la autonomía entre el 19 y 44 estuvo muy endeble, de hecho, se guiaron los movimientos en los cuales se buscó manipular a la Universidad.
“En el año 44 se redactó la Ley Orgánica, que se aprobó en 45, pero si nosotros tomamos el periodo que va de 1945 a 1999, podemos ver cómo ha habido movimientos algunos con lucidez, algunos no tanto, en los cuales ha estado en riesgo la autonomía y no me refiero tanto al movimiento del 68.
“Me refiero al movimiento del 66 cuando le dieron un golpe muy fuerte al doctor Chávez que tuvo que renunciar, o me refiero al movimiento de finales de los 90 que encabezó el Mosh, son movimientos muy agresivos en contra de la Universidad. Ahora, ¿por qué está en riesgo la Universidad? Yo creo que es una pregunta que no tiene una sola respuesta, entonces por cuestiones de tiempo le voy a decir una, yo creo que la Universidad o el proyecto de la UNAM, ha sido y sigue siendo fundamental, para democratizar la vida de la nación, la vida del país, en la Universidad hubo un momento en que era o es, el espacio critico donde se cocinaba el mundo gubernamental, cuando estábamos en una época distinta a la que hoy existe.
“La universidad, por otro lado, no es homogénea. Para fortuna de todos es muy compleja y es muy plural, y si de algo podemos estar orgullosos es que esa pluralidad convive y convive bastante bien, no quiere decir que no haya discrepancia o puntos encontrados, pero que se hayan encontrado formas institucionales, para tener una convivencia sana”.
La entrevista concluye con su reflexión:
“La Universidad hoy en día es el ejemplo más avanzado de convivencia política que tiene México porque combina una democracia sui géneris, con un Estado de derecho, ahora que falta mucho, si falta mucho, y que los universitarios no podemos hacer caso omiso de las cosas que faltan no, tenemos que aceptar todas las limitaciones que existen, pero sí se ha avanzado mucho”.