Un equipo de investigadores científicos documentaron un número “asombroso” de ballenas azules frente a la isla subantártica de Georgia del Sur, una región donde casi habían sido exterminadas por la caza comercial de cetáceos a principios del siglo XX.
El grupo documentó el avistamiento de 55 ballenas azules durante un período de encuesta de 25 días. En contraste, una encuesta similar realizada durante 2018 había avistado a solo un individuo de la especie.
“Pensar que en un período de 40 o 50 años, solo se tenían registros de dos avistamientos de ballenas azules en todo el sur de Georgia”, dijo Trevor Branch, especialista en cetáceos de la Universidad de Washington que participó en el equipo de investigación.
“Desde 2007 ha habido quizás un par de avistamientos más, aislados, por lo cual pasar de prácticamente nada a 55 ejemplares en un año es realmente sorprendente”, agregó.
Los científicos rastrearon ballenas en aguas cercanas a la costa del sur de Georgia, tanto visual como acústicamente; asimismo, recuperaron muestras de piel y aliento para estudiar la salud de los cetáceos.
Las ballenas azules subantárticas fueron una de las mayores poblaciones del mundo, con alrededor de 239 mil ejemplares documentados, antes del inicio de la caza comercial en el año 1904.
La industria alcanzó su punto máximo en 1931, con 30 mil ballenas azules muertas en un solo año, de acuerdo con la estadística proporcionada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Según una estimación del año 1998, la población subantártica de las ballenas era de solo 2 mil 280 individuos. Durante años, los científicos documentaron solo una o dos ballenas azules durante las encuestas anuales.
“Hace 100 años, Georgia del Sur era un buen lugar para las ballenas azules y ahora, después de décadas de protección, parece que las aguas del territorio son un buen lugar para ellos una vez más”, señaló Jennifer Jackson, líder del equipo de investigación y ecologista del British Antarctic Survey.
Georgia del Sur es el territorio británico más remoto del Reino Unido, ubicado en el Atlántico sur, a unos mil 400 kilómetros de las islas Malvinas o Falkland, y solo es accesible por mar. La isla tiene una extensión de 3 mil 755 kilómetros cuadrados casi la mitad de su territorio está cubierto por hielo, aunque por los efectos del cambio climático, sus glaciares se retiran drásticamente.