AMLO da «gracias» a militares por desoír cantos golpistas

Único orador en una inusual celebración del Día del Ejército en la Plaza de la Constitución, tomada por cientos de militares por la efeméride, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó: Doy gracias a los soldados y marinos por no escuchar el canto de las sirenas y dar la espalda a la traición y al golpismo.

Con el fin de enfatizar el tono de su discurso, el jefe del Ejecutivo federal acotó que desde el corazón político y económico del país, daba también gracias, en nombre del gobierno que represento, a las fuerzas armadas por estar en favor de la Cuarta Transformación que significa, en esencia, lograr entre todos los mexicanos, desde abajo, una sociedad mejor.

En su arenga, el mandatario exculpó al Ejército de los excesos del pasado: En el juicio histórico que inexorablemente llega o llegará a cada institución o personaje público, el Ejército lleva las de ganar, con todos sus tropiezos, muchos de los cuales fueron originados por cumplir órdenes de sus comandantes supremos. El Ejército Mexicano sigue siendo una institución confiable y al servicio de la patria.

Con el sol a plomo en el Zócalo capitalino, centenares de soldados escucharon casi una elegía presidencial al Ejército, convertido en salvaguarda de la seguridad, constructor de aeropuertos y sucursales bancarias, distribuidor de libros, como reivindicó el mandatario, enfatizando también su aporte en la lucha contra la corrupción:

La Cuarta Transformación del país ha recibido de los soldados de México entrega plena para acabar con el cáncer de la corrupción y hacer realidad la justicia que nos permita garantizar la paz y la tranquilidad de nuestro pueblo.

Con el estribillo doy gracias, López Obrador hizo un apretado recuento de las aportaciones castrenses a su gobierno: “Doy gracias a los ingenieros militares por su invaluable colaboración en la construcción de cuarteles, en la creación de las sucursales del Banco de Bienestar y en la construcción del Aeropuerto General Felipe Ángeles. Doy gracias a soldados y oficiales que hasta ahora han producido 9 millones de plantas en viveros para el programa Sembrando Vida. Doy gracias…”

Un recuento de nuevas funciones que rubricó con una suerte de reivindicación: Doy gracias a los integrantes de las fuerzas armadas, por no olvidar su origen revolucionario y defender la Constitución y la democracia.

Marginado como orador, a la distancia se veía al general Luis Cresencio Sandoval satisfecho. Más aún cuando el Presidente lanzó la frase final: Doy gracias al general Luis Cresencio Sandoval González por ser un auténtico soldado de la patria, leal e incorruptible.

Para entonces los soldados presentes en el Zócalo habían escuchado a la Sonora Dinamita, que tocaba en el templete ubicado frente a la Catedral Metropolitana desde las 10 de la mañana, con música tropical que animó a los asistentes, principalmente mujeres, a bailar.

Al concluir la ceremonia, que incluyó poesía castrense y bailes folclóricos con personal militar, entró el Mariachi Monumental de la Sedena, y cerró el espectáculo la Sonora Santanera, que ya sin López Obrador presente y fuera de protocolo hizo bailar a la gente sobre la plancha del Zócalo.

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