Por Jesús Michel Narváez
¡Y no ceden en sus reclamos!
Porque ante oídos sordos, exigencias.
Aunque no es la primera ocasión en que la fachada de Palacio Nacional es grafiteada, la de ayer podría marcar la diferencia.
Porque quienes hicieron la pinta fueron mujeres encapuchadas, o al menos eso reportaron el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) y el Centro de Información Vial de la Secretaría de Seguridad.
Los informes primarios revelaron que se trató de mujeres, varias de ellas embozadas que entre consignas como ¡Fuimos todas! hicieron pintas en las paredes externas de Palacio, en repudio a la violencia contra las mujeres.
Y es que aunque las autoridades, desde el Presidente de la República pasando por la secretaria de Gobernación hasta llegar a la Jefa de Gobierno, tratándose de la Ciudad de México, han gastado saliva para prometer que se atacaría el fenómeno que ha crecido exponencialmente y poco o nada se ha hecho.
Se han formado grupo feministas que cada día cuentan con mayor participación y presuntamente se han formado mesas de trabajo para escuchar sus reclamos, cuando menos eso informa el gobierno capitalino pero no se advierten avances que aminoren la violencia en contra de las mujeres.
De ahí, que ante el problemas ótico que padecen los responsable de atender el delicado tema, el clamor expresado en las pintas sobre la fachada de Palacio Nacional.
No se tiene información sobre quiénes encabezaron el grupo de manifestantes y tampoco si alguien de la Presidencia de la República se apersonó para escuchar los reclamos.
Si bien la violencia contra las mujeres no es nueva, lo cierto es que se registran feminicidios como nunca y en las más de las veces nadie resulta imputado o sometido a proceso.
¡Ellas tienen razón!
Pero nadie parece escucharlas.
Al contrario, todo indica que de víctimas pasaron a victimarias y, a ciencia cierta, eso no es una respuesta de Gobierno.
Ignorar el hecho, soslayar la responsabilidad oficial y dejar que a las mujeres las sigan agrediendo y los “machos-machos” acorralándolas, podría ser motivo de responsabilidad oficial.
No atender los reclamos es dejarlas en estado de indefensión y uno de estos días se acabará la violencia en su contra porque van a pagar con la misma moneda.
¿Será entonces cuando haya acciones concretas?
Sería, de nueva cuenta, convertir a las víctimas en victimarias.
Pero la defensa propia está tipificada en el Código Penal.
¿Eso quieren las autoridades que pase?
Mejor escúchenlas y atiendan el severo problema.
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