Por Itzel Toledo García
El 2 de febrero de 2020 en Londres y Miami ocurrieron llamados a la inclusión en distintos ámbitos artísticos en el mundo angloparlante con alcance masivo: la música, el cine y la televisión. En la entrega de los premios BAFTA (British Academy of Film and Television Arts/Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión) en la capital británica, el actor puertorriqueño Joaquín Phoenix, al recibir el premio de actor principal por su papel en Joker, señaló que se siente conflictuado porque muchos de sus compañeros que se merecen este tipo de premios no tienen el privilegio de obtenerlos. Agregó que este tipo de eventos envía un mensaje a los artistas de color de que no son bienvenidos en el medio y que, aunque nadie quiere tener un trato preferencial, esto es lo que está ocurriendo cada año para los artistas blancos. Incluso dijo que él se avergüenza por saber que es parte del problema, pues no ha hecho lo suficiente para asegurar que los sets de grabación donde trabaja sean inclusivos. Phoenix hizo ver que no se trata solamente de tener sets multiculturales, sino de entender el racismo sistémico. Asimismo, apuntó que las personas que han creado, perpetuado y que se han beneficiado de este sistema de opresión tienen la obligación de desmantelarlo.
También durante la ceremonia del BAFTA, entre bromas sobre las controversias en la familia real británica, el coronavirus y el fracaso de la película Cats, la comediante y actriz australiana Rebel Wilson hizo una crítica a la falta de diversidad en los premios. Con un humor ácido Wilson dijo “Sam Mendes, Martin Scorsese, Todd Phillips, Quentin Tarantino, Bong Joon-ho. Veo el talento atrevido y excepcional nominado en esta categoría y no creo que yo podría hacer lo que ellos hacen. Honestamente, yo simplemente no tengo las pelotas.”
En Miami, “la capital de América Latina”, la nuyorriqueña Jennifer Lopez y la colombiana Shakira estuvieron a cargo del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIV. Su participación fue criticada por la comunidad afrolatinx por no mostrar solidaridad con la comunidad negra. Ésta decidió boicotear el evento en apoyo al jugador de los 49s de San Francisco Colin Kaepernick, quien fue obligado a renunciar como quarterback por criticar el racismo sistémico en Estados Unidos a lo largo de 2016. Artistas como Rihanna y Cardi B ya habían rechazado realizar el espectáculo de medio tiempo. Ante esa falta de solidaridad, se dudó que Shakira y J Lo pudieran ofrecer algún tipo de crítica en su espectáculo.
Unas horas antes del evento, en su cuenta de Instagram, J Lo escribió “Mostrémosle al mundo lo que dos pequeñas chicas latinas pueden hacer”. Estas dos mujeres latinoamericanas, acompañadas por J Balvin y Bad Bunny, hicieron un espectáculo que llamó a la comunidad latina a hacer ruido en los Estados Unidos, sin duda un acto político frente al gobierno de Donald Trump. En 12 minutos las cantantes recorrieron 20 canciones, la mayoría en inglés y unas cuantas en español. Al ritmo de pop, reggaetón, salsa, pop rock, y bailes afrocaribeños como la champeta y mapalé, Shakira, acompañada de bailarines, mostró la variedad de la música latinoamericana. Además, remitió a sus orígenes libaneses al hacer un baile de ombligo y el zaghrouta (un alarido celebratorio árabe). Por su parte, acompañada por un coro de niñas y su hija Emme Maribel Muñiz, J Lo hizo referencia al encarcelamiento de migrantes que buscan asilo en Estados Unidos. Además, mientras su hija cantaba un cover de la canción de Bruce Springsteen “Born in the USA”, J Lo se desenvolvió de una bandera que de un lado era la estadounidense y del otro la puertorriqueña. De esa manera, recordó que Puerto Rico es parte de Estados Unidos, y que enfrentó la inhabilidad del gobierno para dar apoyo tras los desastres naturales de 2017, mientras que J Lo donó 1 millón de dólares. Así, estas dos estrellas del pop, una Latina y la otra Latinoamericana, mostraron a los espectadores de este evento deportivo la variedad de América en sus colores, ritmos y bailes.
Cabe mencionar que una semana antes, el 26 de enero, en la sección de preguntas y respuestas de los premios Grammy el artista estadounidense Tyler, The Creator criticó haber obtenido un premio en el género de Rap cuando no es precisamente lo que él realiza; en sus palabras: “apesta que cuando nosotros -y cuando digo nosotros me refiero a gente que se parece a mí- hacemos algo que desafía los géneros musicales siempre lo ponen en la categoría de rap o urbano. No me gusta la palabra “urbano”, es una forma políticamente correcta de decir la “palabra N” (nigger). Cuando pasa eso pienso -¿por qué no podemos estar en la categoría pop?-. La mitad de mí siente que la nominación es un cumplido ambiguo, como decir “mi pequeño primo quiere jugar a los videojuegos, démosle un control desconectado así se siente bien y no se queja”.
En estos eventos, que tienen un alcance masivo gracias a su transmisión por televisión en diferentes partes del mundo, se aprecian las voces que reclaman una sociedad más inclusiva política, social y laboralmente. Desde diferentes trincheras, Phoenix, Wilson, Shakira, J Lo y Tyler, The Creator recalcan la opresión sistemática a ciertos grupos -hombres de color y mujeres- y apelan a que sean reconocidos y valorados por su trabajo. Phoenix asume que es necesario el trabajo de los privilegiados (hombres blancos) para lograrlo, mientras que J Lo y Shakira llaman a mantener la voz en alto con orgullo por la diversidad.
Además de ser transmitidos en la televisión, estos eventos están siendo analizados en las redes sociales y en la prensa. De esta forma, estos medios también llaman a la inclusión y el respeto de la diversidad. Por ejemplo, Misión Política, que cumple hoy 20 años, permite la reflexión sobre estos temas de una manera libre y de fácil acceso para nuestros lectores.