*Primero se Registró Cierto Auge Económico
*Después Inició la Compra de Conciencias en el Campo
*Y hoy Convertido en Delito Causa una Gran Corrupción
Por Iván Ruiz Flores
Cuando abandonamos los cultivos tradicionales del campo y los sustituimos por la siembra de droga, empezó el grave problema en el campo, hoy convertido en tácito desastre.
La historia de la producción de drogas mexicana muestra que primero se registró un auge económico, ante la renta de las tierras, el trabajo de cosecha para los campesinos, la compra de conciencia de los líderes agrarios (no todos) y el trasiego a Estados Unidos.
Después llegaría la persecución de lo que se convirtió en delito, con la gran corrupción de por medio y la drogadicción de millones de mexicanos.
Hoy, insistimos, es un desastre. Y lo es porque, actualmente en México se cultivan o elaboran por lo menos siete de las grandes drogas que circulan en el mundo y envenenan a millones de seres humanos. Estas son:
Heroína, aunque le llaman “Alquitrán negro” en el extranjero al producido y elaborado en México, esta sustancia surge, (dice el National Institute on Drug Abuse) después de ser procesada a partir de la morfina, una sustancia que se da en forma natural y se extrae de la vaina de las semillas de ciertas plantas de amapola. Por lo general se vende en forma de polvo blanco o amarronado que se «corta» con azúcares, almidón, leche, etc.
Desde 2018 en la International Narcotics Control Strategy Report, el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló el incremento del cultivo de amapola en México, al superar las 32 mil hectáreas y los principales estados productores de la República son Sinaloa, Guerrero, Chihuahua y Durango.
Su competencia hoy es el fentanilo (procedente de China fundamentalmente) un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente que se utiliza para tratar los dolores muy severos, incluidos aquellos después de una cirugía y los crónicos. Es conocido profesionalmente como Actiq, Duragesic y Sublimaze, aunque en las calles de Estados Unidos lo conocen como: “Apache”, “China Girl”, “China White”, “Dance Fever”, “Friend”, “Goodfella”, “Jackpot”, “Murder 8”, “TNT” y “Tango and Cash”.
Metanfetaminas, que se elaboran en laboratorios caseros los cuales han proliferado a lo largo y ancho de la República fundamentalmente en zonas de difícil acceso, de donde son trasladadas vía aérea.
Marihuana. México ocupa el primer lugar en el mundo como productor de acuerdo al reporte de 2018 de la ONU, con 6,574.116 toneladas en 2016.
A mediados de octubre del año pasado (2019) durante el Foro Cultivo de Cannabis en México realizado en el Senado de la República, se concluyó que es posible la producción legal de los campesinos de cannabis y amapola y para ello se requiere modificar la Constitución.
En otros foros se ha dicho que la legalización permitiría la regulación del comercio y la distribución de esta sustancia garantizando la calidad y preciso de la misma; se reducirían los márgenes de ganancia de los cárteles de la droga en México; se tendría un efecto favorable en la economía del país, puesto que se podría reducir la capacidad de producción, corrupción y violencia del crimen organizado.
También se pueden generar ingresos gubernamentales por impuestos que podrían ser canalizados a la creación de campañas preventivas de tratamiento y rehabilitación; el crimen sería reducido debido a que habría menos arrestos por posesión de sustancias ilícitas y los adictos no tendrían que caer en actividades delictivas para mantenerse con el suministro de drogas que requiere su adicción.
Peyote, el cactus ceremonial de los pueblos originarios del norte de México, cuyos efectos son de droga al ser consumido.
Mezcalina, sustancia que se extrae del peyote y también se elabora en laboratorio. Sus efectos son de drogadicción.
Hongos. Los alucinantes contienen psilocibina. Famosos mundialmente por el uso religioso que María Sabina les daba, originalmente en las montañas de Oaxaca, hoy se producen hasta en maceta.
Salvia Divinum: Es una planta que crece, fundamentalmente, en algunas zonas de la sierra mazateca de Oaxaca.
Actualmente continuamos en la inercia iniciada en el siglo XX.
