El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que la inseguridad en el país es un tema que le preocupa y ocupa, y por ello todos los días, desde muy temprano, se reúne con el Gabinete de Seguridad para conocer de primera mano los reportes de incidencia delictiva.
Sin embargo, el mandatario federal reafirmó que su estrategia no se basa en hacer uso de la fuerza para combatir la inseguridad, tal como se hizo en regímenes anteriores, sino en atender los orígenes para terminar de manera definitiva con este flagelo.
En ese sentido señaló que como nunca antes se están dispersando recursos para atender a los jóvenes, quienes al haber estado mucho tiempo en el abandono y sin oportunidades, fueron presas de la delincuencia organizada.
López Obrador enfatizó que su gobierno está empeñado en atender a los que menos recursos tienen y que han padecido de la indiferencia gubernamental por años.
En un evento donde dialogó con comunidades otomíes, el jefe del Ejecutivo indicó que todos los días, desde muy temprano, encabeza una reunión con su Gabinete de Seguridad donde se le reportan los índices delictivos.
“Me preocupo y me ocupo, estoy dedicando todo el tiempo porque tenemos que lograr la paz y tranquilidad del país, ese es mi compromiso. Sí abrazos, no balazos. Si atendemos el campo, si hay trabajo, si son buenos los salarios, sí hay bienestar habrá paz y tranquilidad en el país”, expresó.
En el evento, al que no asistió el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, el presidente López Obrador se comprometió a ocuparse todos los días por reducir la criminalidad en México.
Previamente, Ángel Sánchez Vicente, representante de la comunidad otomí, pidió al mandatario federal auxilio ya que la región es acosada por la presencia del crimen organizado, por lo que solicitó un despliegue más amplio de la Guarda Nacional en esa región.