Por Jesús Michel Narváez
Con la libretita en la manos, copiando las palabras de su Jefe –en serio, su Jefe- y desacreditando todo lo que se ha dicho y que orilló a Porfirio Muñoz Ledo a señalar la “salvaje agresión” de la Guardia Nacional a los migrantes, Marcelo Ebrard resumió los hechos: la Guardia Nacional actuó con seriedad y responsabilidad ante la oleada de migrantes en la frontera sur que quisieron entrar por la fuerza a México y acusó que hubo instigadores que pusieron por delante a mujeres y niños, «lo tenemos grabado».
Script aprendido de memoria, el titular de Relaciones Exteriores –en México no se utiliza canciller o por lo menos no lo contemplan así ni la Constitución ni la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal- sostuvo que la postura de la Guardia Nacional evitó que se registrarán heridos, pese a las provocaciones.
Hay que imaginar si la provocación irritara a los militares-civiles.
Preparado para defender la presencia de la GN en la frontera sur atendiendo una petición “cordial” del personaje que habita en la Casa Blanca, ubicada en la calle de Pensilvania en la capital de Estados Unidos, Ebrard dijo textualmente: Les voy a decir que los señores que vinieron con el grupo aquél a querer pasar el río (Suchiate) y aventarnos piedras, les pidieron a los niños y a las mujeres que fueran al frente y lo tenemos grabado”.
Ajá.
¿Si tiene grabado cómo los instigadores actuaron, por qué no hay denuncias y órdenes de aprehensión obsequiadas por un juez federal?
Es pregunta obligada ante las afirmaciones formuladas en la reunión plenaria de los senadores de Morena.
Poderosa razón para que la GN actúe como lo hace: no se permitirá que se viole la ley mexicana en el tema de migración y nadie entrará a México sin obedecer lo que dictan las normas mexicanas.
Vale la otra pregunta: ¿dónde quedó la política de brazos abiertos, de reconocimiento a los migrantes que huyen para salvar sus vidas?
El cambio en la política migratoria solamente tiene una razón de ser: complacer a Donald Trump, aunque se burle del Gobierno y se dirija con “todo respeto” para confirmar que el muro lo está pagando México pero no lo sabe.
Y el anuncio que muestra el endurecimiento y cuidado de la frontera sur: para sucesivas caravanas será el mismo trato, exigir que cumplan la ley; además México les ofrece refugio y trabajo no sólo aquí, sino en sus propios países.
Y para rematar y aclarar lo que hace la cuarta transformación por los migrantes, el rollo: el Gobierno de México ha echado a andar una inversión directa en programas sociales en Honduras, Guatemala y El Salvador, al ritmo que los propios gobiernos han señalado, con respaldo directo a los beneficiarios, “no transferimos recursos sino los programas trabajan directamente con los beneficiarios”.
¿No transfieren recursos?… ¿en serio?… ¿dónde está el hablar con la verdad?
Claro, hablaba frente a los de su estirpe: los senadores de Morena.
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