Del Falso Dilema al Argumentum Ad Lazarum

Por Nidia Marín

Dice el refrán que “el buen juez por su casa empieza”. Lo decimos porque recientemente desde Palacio Nacional se pronunciaron palabras que, para variar, causaron polémica: dar mayor valor a la honestidad y calificar a la experiencia como corrupción.

Al defender a quien dirigirá el Instituto Nacional de Salud y Bienestar (INSABI), Juan Antonio Ferrer Aguilar, administrador de empresas, cuya labor por varios años fue acorde con su carrera: administrar las zonas arqueológicas registradas en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), surgieron los desacuerdos, porque el señor ahora ingresará a un terreno donde la salud, de la que no sabe nada, es lo fundamental.

¿Y qué sabe de medicamentos?

Suponemos que nada, pero ya se enterará, aunque la cúpula de esta administración (léase el presidente) abrió la polémica sobre un absurdo: honestidad o corrupción, es decir que antes todos eran corruptos y hoy ya no, aunque sean incompetentes y carezcan de la experiencia para laborar en áreas gubernamentales.

Sin embargo, el mandatario no ha cumplido cabalmente, porque honestidad, dicen los expertos, es por ejemplo:

*Aceptar cuando se comete un error o equivocación y no culpar nunca a alguien más por ello (no hay antecedente en su caso).

*No engañar a los demás con publicidad falsa (hay cierta constancia).

*Decir la verdad, aunque cueste trabajo admitirla o cause consecuencias negativas (las mentiras en varios renglones han sido constantes).

*No seguir una doctrina o filosofía en la que no se cree, solo por pertenecer a un grupo o ser popular (usted juzgue).

*No apoyar a personas nocivas o que no son honestas solo por congratularse con ellas (caso abrazos no balazos).

*Aceptar la propia indiferencia o malestar hacia algunos temas o situaciones a pesar de la opinión de los demás (eso no ocurre).

*No admitir que algo no se ha realizado solo por recibir una congratulación o zafarse de un castigo (usted juzgue).

*No cambiar las palabras, difundir información falsa de otros ni insidiar contra ellos por desagradarnos (los casos abundan).

*No fingir sentimientos por alguien o algo a quien no se le tienen (por ejemplo, a Trump).

*Y no hacer promesas ni ofrecer recompensas que no se van a cumplir (en general a la clase media).

En cuanto a la corrupción, es justo decir que no todos los que laboraron en los anteriores sexenios en la administración pública son corruptos.

La lista de los problemas derivados de lo incompetentes que han sido varios de los actuales gobernantes es larga, desde el caso Tlahuelilpan y la gran tragedia, la escasez de gasolina (pérdidas por 25 mil millones de pesos), la cancelación del NAIM, (160 mil millones de pesos en pérdidas) bloqueo de vías férreas por la CNTE en Michoacán (pérdidas por 14.000 millones de pesos), pérdida del sitio 10 en las economías del mundo, cero crecimiento y muchos más.

Las consecuencias no se hicieron esperar y por lo pronto los gobernadores panistas han señalado que no admitirán el INSABI en sus entidades.

Y es que al inicio de sus operaciones varios pacientes del antiguo Seguro Popular reclamaron que les estaban cobrando por servicios que antes eran gratuitos. Además, otros servicios aumentaron de precio.

Asimismo, han sido muchas las personas que han denunciado que ya no se cubren tratamientos contra el cáncer, como son las quimioterapias.

Hay que hacer notar que la rebeldía en contra de la institución, a la que le cambiaron el nombre es severa en toda la República, donde siguen los reclamos a favor del Seguro Popular.

Lo cierto es que, ya basta de plantear el Argumentum Ad Lazarum. Se trata de una falacia que consiste en hacer creer que algo es cierto porque quien lo ha dicho es pobre, humilde o sencillo ya que se considera que es más virtuoso o sus ideas son más correctas que las de una persona rica u ostentosa.

Sí, ahí muere con los falsos dilemas.

 

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