La seguridad es uno de los temas en los que la cooperación es más cercana entre México y los Estados Unidos, porque sabemos que ninguna de las dos naciones puede estar segura si la otra no lo está, destacó el embajador estadunidense en nuestro país, Christopher Landau.
En ese contexto, resaltó que ningún país puede tener prosperidad ni desarrollo si no cuenta con un sólido Estado de derecho, respeto a los derechos humanos de cada persona y seguridad, particularmente, de sus grupos más vulnerables.
En su participación en la inauguración del Diplomado en Prevención, Investigación y Actuación Policial en Casos de Feminicidio, que tuvo lugar en la cancillería con la asistencia de personal de corporaciones policiacas de 23 estados, el diplomático sostuvo que la participación económica de las mujeres va de la mano del crecimiento de cualquier país.
De ahí que la protección de sus derechos y la prevención de la violencia de género y los feminicidos contribuye a la prosperidad.
Landau señaló que Estados Unidos coincide con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador en lo que respecta a la atención de la violencia de género y los feminicidios, pues cada ciudadano debe tener la certeza de que sus garantías serán protegidas.
“Por ello, me da gusto que la Iniciativa Mérida sea el punto de unión para el trabajo conjunto entre México y los Estados Unidos, y que, gracias a su flexibilidad, pueda adaptarse para atender las prioridades estratégicas de ambas naciones, como es el tema que hoy nos une, la erradicación de la violencia de género”, resaltó.
Añadió que el diplomado que este lunes inicia es resultado del trabajo coordinado entre el Gobierno de México, las Naciones Unidades y la Embajada de los Estados Unidos, así como el deseo de los gobiernos estatales para profesionalizar su labor policial y contar con oficiales especializados en la prevención y la investigación en casos de violencia de género y feminicidios.
En su oportunidad, el representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, Antonino De Leo, sostuvo que son conscientes del reto que implica trabajar para transformar los factores estructurales que promueven, legitiman y perpetúan la violencia contra las mujeres y niñas.
Refirió que de acuerdo al estudio denominado Igualdad Social para mujeres y niñas para 2030, desarrollado por ONU Mujeres, más de dos mil 500 millones de mujeres y niñas en todo el mundo sufren las consecuencias de vivir en un contexto donde la falta de políticas públicas especializadas y de mecanismos jurídicos legislativos eficientes.
Además, también por motivo de género, un estudio realizado por ONU en 2018, alrededor de 87 mil mujeres fueron asesinadas en todo el mundo en 2017, de ellas, el 58 por ciento, fue en manos de sus parejas o familiares, lo que equivale a que seis mujeres son asesinadas cada hora por personas que conocen.
Asimismo, al examinar la tasa de mujeres víctimas de homicidio, por parte de sus parejas íntimas o de su familias, el estudio encontró que la tasa global era de alrededor de 1.3 víctimas por cada 100 mil mujeres de la población.
Dijo que más allá de los logros alcanzados es necesario reconocer que realmente es imposible transformar las condiciones que legitiman la violencia de género actuando de manera independiente, porque en este tema todos están obligados a trabajar de manera conjunta y coordinada, para apuntar a un objetivo único.