El sector de la construcción completó en noviembre pasado 17 meses de pérdidas anuales. Aún con el arranque de licitaciones que días antes anunciaron la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se desplomó 9 por ciento respecto al mismo mes de 2018 y con ello restó en número de trabajadores, de horas trabajadas y de remuneraciones, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El personal ocupado se redujo en 0.6 por ciento respecto a noviembre de un año atrás, baja que fue alimentada por menos personas que trabajan directamente para la razón social de las constructoras. Las horas trabajadas también cayeron 0.3 por ciento; mientras las remuneraciones resintieron el mayor recorte.
Estas últimas se redujeron 2.6 por ciento respecto a 2018, pese a que entre ambos comparativos media un crecimiento promedio de 16 por ciento en el salario mínimo; y también pese a que la contratación de obreros incrementó ligeramente, en 0.2 por ciento.
Es decir, incrementaron las contrataciones de personas que las constructoras supuestamente reportan como trabajadores manuales, pero bajaron en 2.7 los salarios que se pagan a ellos, mientras se redujo en 0.1 por ciento para quienes figuran como empleados.
El sector de la construcción es uno de los que mayor efecto tienen en otras cadenas productivas, porque no sólo implican la contratación de personal, la creación de capital físico, sino también porque los insumos que se usan tienen efectos en otras industrias de la economía.
Las pérdidas anuales al hilo arrancaron en julio tras el triunfo del presiente Andrés Manuel López Obrador, pero el sector durante 2018 ya acarreaba bajas mensuales desde enero.
Para la comparación mensual, la industria cayó 0.6 por ciento respecto a octubre de 2019; justo el día 24 de ese mes, el gobierno federal, ante los datos venideros de un crecimiento cero en la economía que se asoció –entre otros factores- al freno al gasto público, anunció en voz de los titulares de las SCT y la SHCP , Javier Jiménez Espríu y Arturo Herrera, un fragmento del paquete de impulso a la economía: 873 procedimientos de licitación previstos para 2020 con valor de 8 mil 767.5 millones de pesos.
“Se espera que las empresas ganadoras comiencen a invertir en recursos materiales y humanos a partir de este mismo año. Así, el impacto económico de acciones recurrentes programadas para 2020 se podrá detonar desde este año”, confiaron las dependencias ese día.
El anuncio y presuntas licitaciones no frenaron la caída acarreada desde febrero de 2019 y que continúo con el 0.6 por ciento ya reportado. No obstante, sí fue el descenso menos pronunciado del año. Con esa baja, el personal ocupado total disminuyó 0.1 por ciento y las horas trabajadas cayeron 0.2 por ciento, en tanto que las remuneraciones medias reales aumentaron 0.1 por ciento, con cifras ajustadas por estacionalidad.
En suma, la caída acumulada en los12 meses de la actual administración es de 9.2 por ciento para la construcción.