El presidente estadounidense Donald Trump calificó de «farsa» y de «caza de brujas» el juicio político en su contra que se inicia este martes en el Senado norteamericano y que puede derivar en su destitución.
A su llegada al Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, Trump explicó a los periodistas por qué no estaba en Washington.
«Venimos a reunirnos con los líderes del mundo y traeremos (a Estados Unidos) importantes negocios (…) Lo demás es una farsa (…) Es la misma caza de brujas de hace años y francamente, es vergonzoso», afirmó.
El histórico juicio político empezará hoy a las 13:00 horas de Washington, después de que los senadores prestaron juramento el jueves para convertirse en el jurado del proceso que presidirá el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, propuso ayer reglas para que cada parte tenga 12 horas en dos días para presentar argumentos.
Eso haría el proceso significativamente más rápido que el juicio político contra Bill Clinton en 1999. La Cámara debatirá y votará la propuesta el martes.
Este lunes, el equipo legal de Donald Trump remitió un escrito en el que considera el juicio político contra el mandatario como una “peligrosa perversión de la Constitución” e insta al Senado a absolverlo inmediatamente.
Simultáneamente, los impulsores del impeachment en la Cámara de Representantes aludieron, en respuesta a un escrito anterior de Trump, que el presidente tuvo una “conducta corrupta para hacer trampa en la próxima elección” y que el Senado debe destituirlo en “un juicio justo”.
El documento escrito por el equipo legal de Trump, que supera las 170 páginas de extensión, deja claro que sus abogados se oponen a la idea misma del proceso de destitución.
De hecho, se centra más en convencer que los cargos políticos contra Trump -de abuso de poder y obstrucción al Congreso- son defectuosos, que en desmentir que pidiera la intervención de Ucrania para influir en las elecciones presidenciales de noviembre de este año.
Los letrados añaden que esos cargos son “fruto de un proceso inconstitucional sin precedentes que negó al presidente el derecho básico” a defenderse y dicen que “la única opción constitucional es rechazar esos cargos y absolver al presidente”.