El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, quien fuera uno de los hombres más poderosos de su país bajo la presidencia de Felipe Calderón, comparecerá este martes en la corte federal en Nueva York, acusado de narcotráfico y de aceptar sobornos del Cártel de Sinaloa.
García Luna, que se declaró inocente de tres cargos de conspirar para traficar cocaína a Estados Unidos y uno de falso testimonio, ya no luce sus elegantes chaquetas: ahora viste la ropa de prisión y ya no disfruta tampoco de su lujosa residencia en Miami, que ha visto sustituida por una fría y solitaria celda en una prisión federal en Nueva York.
García Luna, de 51 años e ingeniero mecánico de formación, fue arrestado el pasado 9 de diciembre en Dallas (Texas), luego de que el Gobierno de Estados Unidos lo acusara de tres cargos de conspirar para traficar cocaína a este país y otro por falso testimonio.
Esta será la segunda audiencia de García Luna en Nueva York tras ser traído desde Texas para enfrentar los cargos en el tribunal federal para el Este de Nueva York, donde también fue juzgado el jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, de quien, según las autoridades, aceptó sobornos.
La Fiscalía de Estados Unidos y la defensa del mexicano solicitaron el pasado viernes al juez de Nueva York 60 días de plazo entre la audiencia del próximo martes y la siguiente, debido a la complejidad del caso.
Esta nueva audiencia de García Luna, que entre 2001 y 2005 dirigió la Agencia Federal de Investigación (AFI) de México (creada en 2001 bajo la residencia de Vicente Fox que le nombró al cargo), será también ante el juez Brian Cogan, que presidió el mediático juicio contra el Chapo, que fue condenado a cadena perpetua.
En una carta enviada el pasado viernes a Cogan, la Fiscalía pidió que el caso sea declarado “complejo” e informó que se propone presentar voluminosas evidencias relacionadas con la conducta del acusado, que se extiende por lo menos dos décadas y que incluye registros financieros, de propiedades y de su proceso de nacionalización.
En el documento de acusación, la Fiscalía indicó además que los registros financieros que obtuvo de García Luna muestran que cuando se radicó en Estados Unidos en 2012 ya había amasado una fortuna personal de millones de dólares.
El nombre de García Luna salió a relucir precisamente durante el juicio al Chapo, que se celebró entre noviembre de 2018 y febrero de 2019, cuando Jesús ‘El Rey’ Zambada, exjefe de operaciones del Cártel de Sinaloa, aseguró haberle pagado sobornos.
De acuerdo con el testigo, se reunió en dos ocasiones con el ahora acusado en un restaurante, la primera en 2005, cuando García Luna era el jefe de AFI, y al año siguiente, tras haber aceptado el puesto de ministro de Seguridad Pública.
En cada uno de esos encuentros, de acuerdo con Zambada, le entregó dinero a García Luna a cambio de no intervenir con el Cártel.
En 2013, la revista de negocios Forbes incluyó a García Luna en la lista de los 10 más corruptos de México.