El Servicio de Administración Tributaria (SAT) no es enemigo de los contribuyentes, que no deben “temer un ambiente de terrorismo fiscal y persecución que no habrá” ni se le cargara la mano a quien paga sus impuestos, dijo esta tarde Raquel Buenrostro, designada titular de esa oficina.
En su comparecencia ante la Tercera Comisión de Hacienda de la Comisión Permanente, previo a la sesión donde será ratificado su nombramiento, informó que el SAT pelea en litigios un billón 145 mil millones de pesos de personas físicas y morales.
Precisó que ese monto equivale a todos los programas sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador en todo su sexenio; o bien de año y medio en la inversión en salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y de la Secretaría de Salud, o de dos años del gasto de la Secretaría de Educación Pública.
La ex oficial mayor de Hacienda insistió que el SAT “está para atender, no para perseguir a la ciudadanía”.
No es, abundó, “intención que el ciudadano, profesionista o pequeños comerciantes o empresarios nos perciban como enemigos. El SAT no promueve ni promoverá jamás el terrorismo fiscal. No somos inquisidores y menos de las clases medias y populares”.
En su presentación inicial, la funcionaria insistió que no habrá nuevos impuestos de ninguna especie y pidió a los ciudadanos “estén seguros de que el dinero no va a parar en bolsillos de la corrupción”.
También acotó que no está en la agenda del SAT ninguna reforma fiscal y precisó que se puede ampliar la recaudación con mayor eficiencia y que incluso podría llegar a niveles de lo que recauda Chile de 20 por ciento respecto del PIB
Sería, dijo, “25 por ciento más de lo que se recauda actualmente. No se logra atormentando ni presionando a los contribuyentes de siempre. Hay suficiente espacio en la recaudación.
Esta tarea será posible con lo que definió como el ABC del SAT: aumentar la eficiencia; bajar la elusión y evasión, y combatir la corrupción.
Informó que mientras los asalariados pagan un ISR de 35 por ciento, los grandes contribuyentes pagan 2.2 por ciento.
A noviembre, citó, había 61.3 millones de pequeños contribuyentes que aportaron 778 mil millones de pesos, esto es 27 por ciento de la recaudación total, así como 1.9 millones de personas morales que contribuyeron con 73 por ciento de la recaudación, que equivale a 2.1 billones.