Por Miguel Tirado Rasso
El próximo 29 de febrero vence el plazo, para que las organizaciones que pretenden formar nuevos partidos políticos nacionales, soliciten, a la autoridad electoral, el registro correspondiente, previa acreditación del cumplimiento de los requisitos establecidos en la Ley General de Partidos Políticos.
Lo anterior significa que los solicitantes habrán celebrado ya, al menos 20 asambleas estatales, con una presencia mínima de 3,000 ciudadanos en cada una, o bien, que realizaron 200 asambleas distritales con la participación de 300 personas con credencial de elector. Además de comprobar que cuentan con una afiliación de, por lo menos, 233 mil 945 ciudadanos, que representan el 0.26 por ciento del padrón electoral.
De acuerdo con la legislación vigente, cada seis años se abre la oportunidad a las organizaciones ciudadanas y agrupaciones políticas nacionales para formar nuevos partidos políticos. Anteriormente, esto era posible cada tres años, lo que significaba un muy corto plazo para sumar nuevas instituciones a nuestro escenario político que poco contribuían al fortalecimiento de nuestra democracia, dada su escasa aportación y efímera existencia.
Hace un año, cuando se abrió la convocatoria, se registraron 102 organizaciones aspirantes, con más entusiasmo que posibilidades de lograr su objetivo. En poco tiempo el número se redujo drásticamente, pues a los más, pronto se les acabó su pasión política y, otros, resultaron incapaces de cumplir los requisitos requeridos por la ley. De esta manera, y como lo había pronosticado el Instituto Nacional Electoral (INE), sólo 3 o 4 de estas organizaciones podrán llegar a la meta, de acuerdo con registros de avance en la celebración de asambleas y afiliación de simpatizantes.
Se tienen ya resultados exitosos en el caso de la organización Redes Sociales Progresistas, según su información, que deberá ser avalada por el INE, rebasaron ya los mínimos, al haber realizado 21 asambleas estatales y afiliado a más de 320 mil militantes. Este partido está ligado a la maestra Elba Esther Gordillo, lo preside su yerno, Fernando González y el comisionado nacional, es su nieto, René Fujiwara. Por ahí surgió un conflicto por la dirigencia de la organización, que, al parecer, se resolvió a favor de los familiares de ex líder magisterial.
Otra organización que podrían alcanzar su registro como partido es el evangélico Encuentro Solidario (PES). Una versión, no renovada ni en sus siglas, del Partido Encuentro Social (PES) con el que sus promotores pretenden reivindicar al viejo PES, tras su fracaso electoral que lo llevó a perder su registro al no obtener el mínimo de votos requerido por la ley (3 por ciento del número de votos emitidos). Para el PES, su participación en la elección de 2018 fue debut y despedida. A ver a quién se encomiendan ahora, para que, en 2021, la historia no se repita. Eso, siempre y cuando obtengan su registro.
Grupo Social Promotor de México es otra organización que tiene posibilidades de lograr su registro y que pretende reivindicar al desaparecido Partido Nueva Alianza, por pérdida de registro, que, sin embargo, subsiste como bancada en la Cámara de Diputados. Cosas de nuestro folclor político. Un nuevo intento de este partido, ligado al sindicato de maestros, con el que difícilmente podrá evadir la realidad de su pobreza electoral.
Libertad y Responsabilidad Democrática (Libre), organización con la que Margarita Zavala, la esposa del ex Presidente Felipe Calderón, pretende formar un nuevo partido político, es otra que también pudiera alcanzar su registro. Una nueva opción política que, sin embargo, resulta inoportuna y poco conveniente en estos tiempos de la 4T, pues lejos de fortalecer la oposición, divide y debilita al PAN, único partido que juega realmente de contra peso político al gobierno y que, ahora más que nunca, requiere unidad y suma de esfuerzos.
Estos son, por el avance en el cumplimiento de los requisitos, asambleas y afiliaciones, las 4 organizaciones que más posibilidades tienen de lograr el registro de sus partidos. Como se ve, ninguna despierta grandes expectativas y si a esto, agregamos el triste desempeño de partidos casi inexistentes como el PRI y el PRD; el errático comportamiento de Movimiento Ciudadano; el veleidoso y convenenciero, partido Verde Ecologista; el comparsa, Partido del Trabajo, y, Morena, el partido en el poder, enredado en una permanente disputa interna por el poder, se explica la pobreza de opciones y la crisis de nuestro sistema de partidos.
Enero 1 de 2020