Los cambios laborales que se adicionaron al Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pondrá a prueba el sistema educativo nacional y emplazará al país en la formación de mano de obra calificada, advirtió la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Durante las casi tres décadas que ha durado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), indicó, México ha sido “un laboratorio de ensamblado de las empresas manufactureras, principalmente de la industria automotriz”, con mano de obra barata con salarios mucho más bajos que los obreros de Estados Unidos, lo cual ha sido redituable para grandes marcas.
Sin embargo, la reconversión laboral del T-MEC, enmedio del proteccionismo estadunidense, obliga a México a dar un giro extraordinario en el aparato productivo nacional para que se cumpla la promesa de inversión e incremento de la actividad productiva.
El máximo reto y preocupación de México es pasar de la mano de obra barata a la mano de obra calificada, “un salto cuántico para el que no estamos preparados” y que se dificulta porque el actual entorno económico es adverso , afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec.
“La prospectiva educativa es formar una ciudadanía con competencias múltiples, dominio de las nuevas tecnologías, uso intensivo de las mismas, con la posibilidad de comunicarse en varios idiomas y de ser capaces de trabajar en un ambiente colaborativo y horizontal, reto nada menor sino estratégico”, apuntó.
Señaló que entender las dimensiones de ese reto para asumirlo a la brevedad es la única vía para que México salga lo mejor librado en la nueva realidad económica y comercial que implica el T-MEC
