La Cámara de Representantes de Estados Unidos inició el miércoles la histórica sesión en la que votará si le inicia juicio político al presidente Donald Trump por abuso de poder y obstrucción del legislativo, lo que dejará irremediablemente marcada su presidencia.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió a los demócratas -que tienen los votos suficientes para que se someta a Trump a juicio- que acudan a la sesión «para ejercer uno de los poderes más solemnes que nos otorga la Constitución».
«Durante este momento de profunda devoción en la historia de nuestra nación, debemos cumplir nuestro juramento de defender nuestra Constitución de todos los enemigos, extranjeros e internos», dijo Pelosi en una carta en la víspera.
Apenas comenzó la sesión en la Cámara baja, los republicanos trataron de detenerla.
«Para que dejemos de hacerle perder tiempo al país, hago moción de que la Cámara suspenda la sesión», dijo el representante Andy Biggs, quien preside el Bloque Libertad, de ultraderecha.
Obligó a un voto cantado, en el primero de los intentos previstos durante el día para demorar el proceso. Derrotada la nación, los republicanos intentaron someter a votación una condena a las acciones de los presidentes demócratas de las comisiones por la manera como se realizaron las audiencias previas a la votación del miércoles.
Trump, quien pasará a la historia como apenas el tercer presidente estadounidense a ser sometido a un juicio político. El martes por la tarde le envió una colérica misiva a Pelosi, acusándola de liderar «una cruzada nefasta» en su contra.
«Cuando la gente recuerde este asunto, quiero que lo entiendan y aprendan de él para que nunca le ocurra a otro presidente en el futuro», escribió Trump.
La mañana del miércoles, Trump continuó sus diatribas vía Twitter: «¿Pueden creer que hoy seré sometido a juicio político por la Izquierda Radical y los Demócratas Inútiles y NO HICE NADA MALO? Qué cosa tan terrible».
Pelosi, quien anteriormente había expresado su preferencia de que la impugnación no sea algo apoyado por sólo un partido tiene sin embargo suficientes votos entre los demócratas para aprobar la moción.
«Lamentablemente, los hechos revelan claramente que el presidente abusó de sus poderes para su beneficio personal y político y que obstruyó al Congreso», escribió Pelosi a sus correligionarios, convocándoles a venir al pleno de la cámara el miércoles.
«En Estados Unidos, nadie está por encima de la ley», continuó la dirigente. «En este momento sombrío de nuestra historia nacional, debemos respetar nuestro juramento de defender la Constitución de todos nuestros enemigos, sean externos o internos».
La inusual moción de enjuiciar a un presidente ha dividido al Congreso de manera muy similar a como ha dividido a la nación.
De Alaska hasta Florida, miles de ciudadanos salieron a las calles para manifestarse a favor del impeachment el martes por la noche, desde los poblados más pequeños hasta el bullicioso centro teatral y comercial Times Square de Nueva York. Los manifestantes portaban carteles que decían «Salvemos la Constitución» y «Trump es un Criminal».
Trump está acusado de presionar al gobierno de Ucrania para que investigue a sus rivales políticos y de obstruir al Congreso porque en todo momento se negó a cooperar con las investigaciones del legislativo.
Lo más probable es que la moción sobre juicio político sea aprobada el miércoles después de unas seis horas de debate, pero también lo más probable es que Trump sea exonerado por el Senado, donde los republicanos son mayoría.