El número de embarazos en adolescentes mexicanas se triplicó al pasar de 5.4 a 15.4 por ciento entre 2006 y 2018, reveló el Estudio Nacional de la Salud y la Nutrición en localidades de menos de 100 mil habitantes (ENSANUT 100K).
Entre los principales hallazgos, se reportó una prevalencia de 15.4 por ciento de los embarazos en mujeres de 15 a 19 años, quienes también recibieron menos atención prenatal oportuna y anticoncepción posparto en comparación con las adultas.
El estudio, realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), indicó que el fenómeno está asociado con un inicio más temprano de la vida sexual y a la baja utilización de métodos anticonceptivos.
Señaló que el embarazo y la maternidad en la adolescencia están asociados con riesgos a la salud, pues aumentan el riesgo de mortalidad de la madre y el hijo, así como la deserción y el rezago escolar.
«Estas situaciones reducen las oportunidades de progreso social y profesional de las madres que a muy temprana edad ven limitado su proyecto de vida», indicaron en comunicado.
Destacó que a partir del reconocimiento del embarazo y la maternidad adolescente como problemas de salud pública, se han implementado políticas dirigidas a reducirlos que no han sido del todo suficientes.
Una de ellas es la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) lanzada en 2015 con la intención de ayudar a mejorar la oferta de servicios de salud sexual y reproductiva en esta población.
Finalmente, reconoció la necesidad de reforzar estrategias y acciones públicas focalizadas a los grupos susceptibles de experimentar el embarazo adolescente desde diversos ámbitos sociales e interinstitucionales; así como desde los distintos niveles de gobierno.