La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó que si no se actúa de inmediato, para el año 2050 más del 90 por ciento de los suelos de la Tierra podrían degradarse y poner en grave peligro la seguridad alimentaria.
A través de la campaña llamada «Detengamos la erosión del suelo, salvemos nuestro futuro», este 2019 se busca generar consciencia a nivel mundial sobre la importancia de que los ecosistemas permanezcan saludables, lo cual repercute directamente en el bienestar humano.
Indicó que actualmente cada cinco segundos se erosiona una superficie de suelo equivalente al tamaño de un campo de fútbol (alrededor de 100 por 70 metros cuadrados) y aunque esto podría parecer insignificante, cada vez será más difícil producir comida para todos los seres humanos.
El concepto de Seguridad Alimentaria surgió en la década de los setenta y se basa en la producción y disponibilidad alimentaria a nivel global y nacional, posteriormente se añadió la idea del acceso, tanto económico como físico; ya en los noventa se determinó el concepto actual que incorpora la inocuidad, las preferencias culturales y se reafirma como un derecho humano.
El Día Mundial del Suelo se celebra cada 5 de diciembre desde 2014, año en el que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó esta fecha a propuesta por la FAO con la finalidad de alentar a los gobiernos, organizaciones, comunidades y sociedad a comprometerse para mejorar la salud del suelo.
“Una vez perdido no se podrá recuperar ese suelo en el arco de una vida humana, si no actuamos ahora más del 90 por ciento de los suelos de la Tierra podrían estar degradados en 30 años”, alertó la FAO.
Resaltó que la erosión restringe la capacidad para producir alimentos nutritivos, conduce a la degradación de los ecosistemas, afecta al suministro de agua, daña las infraestructuras urbanas y contribuye a la pobreza, lo que puede conducir a la migración.
La conmemoración de esta fecha desde hace apenas cinco años es la oportunidad para abordar los desafíos crecientes en su gestión, ya que el 95 por ciento de los alimentos proviene del suelo